A través de la Concejalía de Cultura, Turismo y Promoción de Huelva en el Exterior, el Ayuntamiento de Huelva está ultimando la programación de un festival flamenco que, como ha anunciado la primera teniente de alcalde y responsable del área, Elena Tobar, se celebrará en la festividad de la Hispanidad, “aunando dos importantes señas de identidad onubenses, como son el fandango y nuestro vínculo con Iberoamérica”.
Tobar se ha reunido este jueves con las peñas flamencas de la capital, “que van a tener un gran protagonismo en este festival, pues son quienes mantienen vivo el flamenco en el día a día en la ciudad”, ha destacado la concejala. En este encuentro han estado representadas la Peña Flamenca Huelva, la del Higueral, la de La Orden, la de Las Colonias, la Peña Flamenca Femenina y la Peña Flamenca La Soleá.
Como ha indicado la primera teniente de alcalde, “queremos contar con la implicación de estas entidades en este gran evento que va a tocar todos los palos del flamenco, pero tendrá como eje central el fandango, por ser nuestra principal fortaleza”.
Con esta iniciativa, para la que se están manteniendo ya contactos con posibles patrocinadores y colaboradores, al igual que con otros festivales flamencos del territorio andaluz y nacional en los que el Consistorio está encontrando apoyo, el Equipo de Gobierno da cumplimiento a otro de sus compromisos electorales.
La celebración del certamen, que se desarrollará en diferentes escenarios, el Consistorio busca dinamizar toda la ciudad y consolidarla como referente del mundo del flamenco, “con una potente promoción exterior, en la que nos embarcaremos en verano, una vez lancemos la programación. Queremos arrancar con fuerza –ha señalado Tobar-, con un gran proyecto de la mano de las peñas con el que llegaremos a distintos barrios, pero tendrá un papel muy emblemático el Barrio Obrero, para recuperar de forma honorífica la esencia del antiguo festival Quitasueños, al que dedicaremos una sección especial”.
El festival recalará, además de en las sedes de las peñas, en distintos espacios públicos al aire libre de las barriadas y, como centros neurálgicos, en la Casa Colón y el Gran Teatro.