La Guardia Civil de Huelva se ha incautado durante 2015 de un total de 108.434 cajetillas de tabaco de contrabando, lo que supone un 90 por ciento más que la cantidad intervenida el pasado año. En concreto, la suma del tabaco incautado durante 2012, 2013 y 2014 alcanza las 72.000.
Este notable incremento se debe a una operación de la Benemérita, desarrollada en el mes de marzo de 2015, que se saldó con la intervención de 83.035 cajetillas procedentes de Gibraltar y la detención de seis personas pertenecientes a una misma organización, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno y consultados por Europa Press.
En concreto, el año pasado se contabilizaron 169 actas de denuncia y hubo nueve detenidos por delitos de contrabando, mientras que el número de inspecciones en establecimientos fue de 644, sancionándose fruto de las mismas a 148 propietarios.
En cuanto a la estimación económica del género aprehendido en todo el año 2105, éste asciende a unos 450.000 euros. Al respecto, el subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera, ha destacado «el trabajo continuo» de la Guardia Civil para combatir el contrabando de tabaco, una labor que tuvo «su reflejo más relevante» hace ahora un año, refiriéndose a la aprehensión de las citadas 83.035 cajetillas.
En este sentido, Pérez Viguera ha resaltado las tareas de control desarrolladas en los últimos años por la Compañía Fiscal que actúa en el puerto de Huelva, «actuaciones permanentes que han permitido desactivar casi por completo el uso del ferry de Canarias como vía de entrada de tabaco de contrabando».
Igualmente, ha subrayado las inspecciones que se llevan a cabo en establecimientos de la provincia –bares, desavíos o quioscos– al objeto de combatir la venta de tabaco ilegal.
El subdelegado ha incidido en que la colaboración de todas las instituciones «es crucial para llevar a cabo una actuación global y coordinada», dirigida erradicar esta práctica delictiva «que está provocando un daño inmenso a los estanqueros», al tiempo que ha advertido de los riesgos de un tabaco ilegal, «que carece de más mínimo control sanitario», ha concluido.