La Dirección del Complejo Hospitalario Universitario de Huelva, conformado por los hospitales Infanta Elena, Juan Ramón Jiménez, Vázquez Díaz y el Centro Periférico de Especialidades Virgen de la Cinta, así como por otros servicios, “ha decidido de manera unilateral denegar las reducciones de jornada para cuidado de hijos o de familiares necesitados de atención, a las trabajadoras, que en su mayoría son mujeres, sin ningún tipo de justificación”, según ha informado CCOO en nota de prensa.
Para el sindicato provincial de Sanidad de CCOO en Huelva “cuando una mujer que presta sus servicios en el SAS recurre a esta figura de la reducción de jornada, que lleva aparejada una reducción de su salario, pretende con ello poder compatibilizar su trabajo con el rol de cuidadora familiar que, lamentablemente asumen en la mayoría de casos las mujeres. Esta conciliación del trabajo y la familia, que se ve facilitada por la reducción de jornada, sin ser la panacea, permite a la mujer trabajadora el poder continuar trabajando pero acomodando su faceta profesional a la familiar”. “Pretender imponer unas condiciones concretas para la reducción que nada tienen que ver con las necesidades de las trabajadoras sino con las de la propia dirección y sus objetivos economicistas, y que finalmente llevan a la mujer a renunciar a su derecho, no es lo que se espera de una administración que precisamente hace alarde de sus políticas de igualdad”, han señalado.
En este sentido han denunciado que “la Dirección de los hospitales del SAS en Huelva, deniega de forma sistemática la concreción horaria o en días de las reducciones de jornada, denominándolas despectivamente como «reducciones a la carta». Sin entrar a valorar de forma particular las condiciones de cada una de las unidades o servicios en las que las trabajadoras tienen su puesto de trabajo”.
Finalmente, CCOO ha realizado un llamamiento a todas las trabajadoras afectadas por esta situación para que denuncien todos los casos”. Por otro lado, el sindicato ha instado al delegado Provincial de Salud, que también lo es de Igualdad, a que, “en el ejercicio de sus competencias como máxima autoridad política en esta materia, reconduzca este estado de cosas para que las personas que trabajan en los centros del SAS, en especial las mujeres, puedan ejercer realmente su derecho a la conciliación y éste no quede en un elemento más del escaparate político a que nos tienen tan acostumbrados”.