La Policía Nacional, dentro de la operación ‘Itálica’ liderada por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), ha desarticulado una organización criminal compuesta por 23 personas que se dedicaban a la distribución a gran escala de droga en España y Portugal mediante el uso de vehículos que disponían de sofisticados sistemas mecánicos y electrónicos de ocultación en zonas como la del ‘airbag’ que hacían prácticamente indetectable la existencia de las sustancias estupefacientes. La actuación policial se ha desarrollado en Huelva, Sevilla, Tenerife, Castellón y Madrid.
La operación, desarrollada en coordinación con el Juzgado de Instrucción número 8 de Sevilla y la Fiscalía hispalense, ha sido presentada este viernes en rueda de prensa por la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero; el jefe superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, Francisco Perea, y el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla, Enrique Jiménez Moreno.
De este modo, los agentes se han incautado de 167 kilogramos de cocaína, 30 kilos de hachís, dos kilos de heroína, 22.000 pastillas de éxtasis y 650 gramos de MDMA que en el mercado podrían haber alcanzado un valor de alrededor de diez millones de euros, así como 21 vehículos, 443.000 euros en efectivo, una escopeta y una pistola, mientras que también se han bloqueado 31 cuentas bancarias.
Los 23 detenidos, entre los que hay ciudadanos españoles, colombianos, portugueses o marroquíes, han ingresado en prisión provisional por orden judicial, todo ello en el marco de una «importante» operación que, según ha explicado Felisa Panadero, ha concluido con la desarticulación de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas a nivel nacional e internacional.
TALLER ILEGAL
La cúpula de la organización criminal había establecido una ruta comercial ilícita con productores de cocaína en países de Sudamérica para hacer llegar la droga a España a través de contenedores que llegaban por vía marítima al puerto de Castellón, donde se receptaba este tipo de droga para distribuirla por todo el país. En este sentido, uno de los detenidos es un empresario de Castellón con negocios en hostelería y una empresa de importación y exportación que disponía de «numerosos» contenedores para el transporte de la mercancía.
El encargado de desgranar los detalles de la operación, que se ha desarrollado en Sevilla, Huelva, Tenerife, Castellón y Madrid, ha sido Enrique Jiménez, quien ha detallado que la misma comenzó a mediados de junio de 2015 y se ha desarrollado en cuatro fases distintas, todo ello a raíz de la detección de un taller ubicado entre Valencina de la Concepción y Santiponce –por eso el nombre de operación ‘Itálica’– en el que supuestamente estaban realizando manipulaciones y «dobles fondos» en las estructuras de diferentes vehículos para llevar a cabo transportes de droga.
Tras distintas gestiones de investigación realizadas sobre el establecimiento, se puso en marcha la primera fase de la investigación, que se centró en un vehículo que, previo paso por este taller, se desplazó hasta la ciudad portuguesa de Lisboa, donde fue interceptado por los agentes gracias a la colaboración internacional con el país luso.
Este coche transportaba 28 kilogramos de hachís ocultos en un compartimento secreto con un sofisticado sistema de apertura hidráulica que lo hacía casi indetectable. Una vez comprobado que portaba droga, se procedió a la detención del conductor del automóvil.
La segunda fase de la investigación se desarrolló cuando se detectó que otro vehículo, que también había pasado por el taller investigado, se desplazó hasta Tenerife para volver a los pocos meses a la Península, siendo interceptado en la provincia de Huelva cuando transportaba más de 57 kilos de cocaína ocultos en un compartimento secreto, que contaba con un sistema muy similar al hallado en el coche intervenido en la primera fase.
DISPOSITIVOS DE GEOLOCALIZACIÓN
Una vez interceptado el vehículo, los agentes localizaron en Tenerife dos domicilios utilizados por la red, en los que encontraron otros 90 kilos de cocaína y más de 400.000 euros en efectivo, procediéndose a la detención de cuatro personas y la intervención de otro automóvil junto a varios sistemas de empaquetado de la droga, teléfonos móviles y dispositivos de geolocalización.
Más adelante, los investigadores descubrieron que una rama de la organización estaba afincada en Sevilla y que utilizaba los vehículos con estos sistemas de ocultación para transportar la droga desde Madrid hasta la capital andaluza, motivo por el que se puso en marcha la tercera fase de la investigación, que se saldó con la detención de seis personas, la incautación de casi diez kilos de cocaína, teléfonos móviles y diverso material electrónico, así como dinero en efectivo en los cinco registros domiciliarios realizados y la intervención de cuatro vehículos.
Una vez concluidas las actuaciones anteriores, los agentes iniciaron la fase final de la operación en las provincias de Madrid, Castellón y Sevilla, que permitió la detención de la cúpula de la organización criminal, así como el desmantelamiento del taller clandestino donde preparaban los vehículos. Además de desmantelar el lugar donde se modificaban los automóviles, se procedió al arresto de 12 personas y se intervinieron cinco vehículos que estaban siendo dotados de sistemas de ocultación de la droga.
Asimismo, durante los registros efectuados en esta fase final de la investigación –que concluyó este pasado martes–, en concreto cinco en Madrid, seis en Sevilla y dos en Castellón, se intervinieron 2 kilos de heroína, 10 kilos de cocaína, 105 bellotas de hachís, 22.000 pastillas de éxtasis y 650 gramos de MDMA, además de armas de fuego, relojes de alta gama, teléfonos móviles, material electrónico y dinero en efectivo.
La investigación se encuentra finalizada a falta de la investigación patrimonial de la organización criminal y el análisis de las 31 cuentas corrientes que actualmente están bloqueadas, aunque, según ha indicado Enrique Jiménez, en estas cuentas hay «bastante» dinero.
La operación se ha llevado a cabo por agentes de la Udyco de Sevilla con la colaboración de la Brigada Central de Estupefacientes de la Udyco central, la Udyco Castellón y la Policía portuguesa.