(Texto: José Aguilar Martín) Les escribo porque recientemente Atalaya Mining ha publicado la Memoria Medioambiental 2015, en la cual alardean de las medidas tomadas sobre estos temas y concretamente de los tres puntos de medición de polvo en suspensión, uno de los cuales, según dicen, se encuentra en Nerva.
Las pistas y vacies por los que circulan los volquetes, las 24 horas del día, están a menos de 1 Km. de las casas y no están siendo regados y esta falta de riego produce mucho polvo. Casi siempre en esta localidad el viento sopla desde la mina y se crea la situación que se visualiza en la foto que les adjunto, con el consiguiente riesgo para la salud de los vecinos.