El sindicato de enfermería Satse ha interpuesto ante la Fiscalía de Huelva una denuncia contra el complejo hospitalario de Huelva por el incumpliento del decreto de garantía de los plazos asistenciales del SAS aprobado en el año 2004 por la Junta de Andalucía en el que la administración autonómica se compromete a atender antes de dos meses muchas de las especialidades sanitarias.

Según una información publicada este miércoles por el diario Huelva Información, la iniciativa del sindicato se basa en un documento que ha circulado en la intranet del propio complejo hospitalario en el que se daba instrucciones al personal del Servicio de Atención al Ciudadano (SAC) sobre cómo atender a los usuarios que acudan para preguntar sobre la situación de espera de su consulta para un especialista y que reconoce el incumplimiento de los tiempos de espera recogidos por ley.

El secretario provincial de Satse, Antonio Botello, en declaraciones a Europa Press, ha señalado que según este documento sólo se cumplen los requisitos de tiempo de «cuatro de las 27 especialidades» que en algunos casos llegan a ser «verdaderos dislates» con demoras de hasta 18 meses.

Botello ha señalado que para consulta de especialidades hay, por ejemplo ocho meses de demora en traumatología o nueve para digestivo, mientras que para pruebas diagnósticas como las de radiología, la espera puede alcanzar los seis meses.

Según ha señalado Botello, el documento interno recoge como tratar al usuario «dependiendo de si conoce el decreto de garantía o no» y ha señalado que en esos momentos es un administrativo –y no un médico– el que decide si agiliza la prueba o consulta, o no.

Del mismo modo, desde el sindicato de enfermería han señalado que con la unificación de los centros hospitalarios, la lista de espera para cardiología ha sido «borrada», y sólo se volvía a incluir si es el propio paciente el que reclama al hospital.

Para Botello, una vez que han conocido este documento, se ha acordado desde el sindicato «interponer esta denuncia a la Fiscalía por si puede haber algún tipo de delito». Del mismo modo, Botello ha señalado que desde Satse entienden que «esta situación es extrapolable a otras provincias» ya que no se entendería que los retrasos en las listas de espera sólo ocurrieran en Huelva, aunque, la provincia tiene «sus particularidades» debido principalmente al proceso de unificación hospitalaria.

Para el secretario provincial del Satse lo que se espera con la denuncia es que «se tomen la medidas oportunas para que la situación revierta» y que la Junta «no nos venda un plazo de garantía de atención que llevan a gala pero que están incumpliendo sistematicamente».

DESMENTIDO DEL COMPLEJO HOSPITALARIO

Por su parte, el Complejo Hospitalario Universitario de Huelva ha reaccionado a las declaraciones del Sindicato de Enfermería (Satse) y el PP sobre la situación de las listas de espera negando «rotundamente» que se haya podido dar instrucción alguna para manipular o falsear el sistema de registro de tiempos de respuesta quirúrgica.

En un comunicado, la Dirección Gerencia ha recordado que Andalucía fue la primera comunidad en garantizar mediante decreto los plazos máximos de respuesta quirúrgica y es en la actualidad la comunidad más garantista y transparente en este sentido.

En relación a las declaraciones realizadas sobre los tiempos de respuesta asistencial en los hospitales de Huelva, «éstas no responden en ningún caso a la realidad del centro hospitalario ni a las demoras de las distintas especialidades, mucho menos en el caso de las especialidades incluidas en el Decreto de Tiempos de Respuesta Quirúrgica del Servicio Andaluz de Salud».

Si se ha producido en algún momento algún problema de carácter coyuntural en alguna especialidad y a consecuencia de alguna incidencia no esperable, como sucede en cualquier entidad que mantenga una actividad constante las 24 horas del día y los 365 días del año, éstas se han resuelto «todo lo rápidamente posible, con el fin de dar una rápida respuesta al ciudadano», ha precisado el complejo.

Desde el hospital se han venido llevando a cabo «cuantas medidas de organización y apoyo han sido necesarias para agilizar en todo momento la asistencia a los ciudadanos», entre las que se encuentran el refuerzo de la plantilla del centro, que ha pasado a contar en el año 2016 con 36 facultativos especialistas más respecto al año 2015 y con 78 profesionales más de diversas categorías del ámbito de la enfermería, necesarios para la apertura de nuevas consultas, cifras a las que hay que sumar el refuerzo en la jornada laboral de más de 600 profesionales, que han pasado del 75 al 100 por ciento durante el último año.

Señala el central que este esfuerzo ha venido complementado con la mejora y renovación del equipamiento de diagnóstico y tratamiento realizado en los últimos años –acelerador lineal y nuevas unidades de braquiterapia, hemodinámica y arritmia entre otros–, que se ha visto reforzado durante este año con una nueva gammacámara, así como numerosos dispositivos electromédicos.

Precisamente esa apuesta por la asistencia ha llevado al Servicio Andaluz de Salud a aumentar en más de un 5 por ciento el presupuesto del hospital en los últimos años, lo que está permitiendo una renovación de las infraestructuras que permita avanzar en prestaciones, en tiempos de respuesta asistencial y en calidad de la atención.

Prueba de ello son las obras de renovación y ampliación de todo el Bloque Quirúrgico del Hospital Infanta Elena que se están ultimando en estos días, tras haber finalizado recientemente la remodelación de varias alas de hospitalización para albergar las Unidades de Neurología y Neurofisiología, así como la rehabilitación de varios espacios de consultas en el Centro Periférico de Especialidades Virgen de la Cinta y la renovación de todo el Área Materno-Infantil del Hospital Juan Ramón Jiménez.

El hospital enmarca las críticas, «una vez más y de forma reiterada», en la «intensa campaña de desprestigio y descalificación del sistema sanitario público que vienen protagonizando en los últimos meses y que no tienen otro interés que el de menoscabar la imagen de la sanidad pública, en un intento partidista de desacreditar a sus responsables confundiendo a los ciudadanos».