El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha asegurado este jueves que, en principio, las investigaciones abiertas sobre las muertes violentas de tres ancianos en la provincia de Huelva apuntan a que no hay relación entre ambos casos.
La cercanía en el tiempo de las muertes violentas de un hombre de 77 años en una finca de El Campillo y dos ciudadanos austríacos en Bonares habían levantado todo tipo de especulaciones.
Ambos casos sólo tienen en común, según las primeras investigaciones, que se han producido en casas ubicadas en el campo y en la violencia que han sufrido las víctimas. Sanz ha indicado que las circunstancias distintas permiten «descartar» la relación entre ambos casos, lo que supone que no existe una banda organizada que hubiera podido actuar en los dos casos.
EL CAMPILLO
El primero de los casos tuvo lugar en El Campillo el jueves, 1 de septiembre. La Guardia Civil continúa investigando la muerte de un hombre de 77 años, cuyo cadáver fue hallado en una finca, ubicada en la localidad de El Campillo.
El cadáver presentaba claros signos de violencia.
La Guardia Civil ha abierto una investigación para conocer las causas, así como los posibles culpables de la muerte de este hombre, que vivía solo. El juez ha decretado el secreto de sumario.
Según diversas informaciones, no confirmadas por la Guardia Civil hasta el momento, en los últimos días se habían producido en El Campillo varios robos, ocurriendo el último de ellos esta pasada madrugada, por lo que se investiga si hay relación entre ambos casos.
BONARES
El segundo caso ha tenido lugar en el término municipal de Bonares, donde dos ciudadanos austríacos, que vivían en una casa de campo y de unos 70 años, fueron encontrados muertos este pasado miércoles.
Los primeros indicios apuntaban a la muerte violenta de ambos, que se encontraban en la casa de campo donde habitualmente residían en una zona conocida como ‘La cañada del lobo’. Los cuerpos de ambos ancianos presentaban numerosos golpes, especialmente en la cabeza.
De momento no se tienen más datos, ya que se ha decretado el secreto de las investigaciones, aunque desde el ayuntamiento de Bonares se ha apuntado que la pareja había presentado anteriormente una denuncia por el robo de una tablet.
El matrimonio tenía la casa desde hace unos quince años y su relación con otras personas de la localidad era muy escasa. El aviso a la Policía Local de Bonares se produjo, según fuentes municipales, por parte de unas personas que acudían a la vivienda para hacer labores de mantenimiento y se encontraron las puertas cerradas.
La hipótesis principal que se investiga es la del robo.