El ‘Poblado Tartésico’ de Gibraleón ha sido inaugurado este jueves con el respaldo de varios delegados territoriales de la Junta de Andalucía. Al acto han asistido la delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Carmen Solana, el delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Rafael López, y el de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Pedro Pascual. De esta forma, la Junta de Andalucía ha mostrado su respaldo a una iniciativa “necesaria e ilusionante que abre una puerta más a la igualdad de oportunidades”.
El proyecto nace del Centro Ocupacional de Cristo Roto, perteneciente a la Asociación de Obras Cristianas de Gibraleón que preside Diego Suárez mora y pretende acercar a todos los segmentos de la población y colectivos sociales a las personas con discapacidad intelectual para compartir entre todos una experiencia lúdica, festiva y cultural desde el conocimiento de Tartessos, la primera gran civilización que existió en Huelva en el siglo VIII antes de Cristo.
En el ‘Poblado Tartésico’ se recrea con talleres y actividades integradoras el modo de vida de los tartesios, resaltando la importancia de la historia de Huelva en el contexto arqueológico de la Península Ibérica y se hace a través de contenidos históricos con recreaciones del hábitat, de los ritos funerarios, la cerámica, la alimentación, la metalurgia, la agricultura o la ganadería.
Con el desarrollo de esta iniciativa, se pretende mostrar a la población y a los distintos agentes sociales esta experiencia, de forma interactiva, que será conducida, guiada y participada por el grupo de usuarios auto gestores del centro ocupacional. Es, por tanto, un proyecto innovador que fusionará la historia y la cultura de Huelva con la propia organización de esta institución social, constituyéndose, a la vez, en una vía de difusión cultural así como en un espacio de aprendizaje para el alumnado de los centros escolares del entorno.
La implementación del ‘Poblado Tartésico’, como recorrido expositivo de esta cultura milenaria, conlleva un complejo entramado que requiere la empleabilidad de los usuarios del centro en un extenso abanico de ocupaciones. Teniendo en cuenta el plan de apoyo individual que se desarrolle con cada persona, podrán intervenir como integrantes de los talleres, dinamizador cultural, recepcionista, mantenimiento y limpieza de las dependencias de la exposición, cuidadores de animales, , transformación del alimento o arqueología, entre otras actividades.
Esta variada oferta de alternativas profesionales contribuye a que los usuarios del centro ocupacional adquieran destrezas, conocimientos y práctica en el desempeño de unas tareas, competencias y responsabilidades, repercutiendo su reflejo en la vida cotidiana de la persona con discapacidad intelectual y favoreciendo la mejora de sus competencias para una posible incorporación en el mercado laboral.