(Texto: María Bermejo Navarro) Aún recuerdo los tiempos en que se veían en televisión los anuncios de alcohol y tabaco. Afortunadamente se descubrió el daño que esto hacía incitando a beber y fumar, contribuyendo con ello a aumentar el número de personas adictas a esas sustancias y el aumento de enfermos de cáncer y con ello el incremento de gastos en Sanidad.
Hoy afortunadamente no solo se prohibieron los anuncios del tabaco y alcohol sino que además se dictaron leyes, prohibiendo el consumo del tabaco en Bares y locales cerrados, medida que aplaudo con todas mis fuerzas.
Por eso me sorprende, me enerva y me entristece que se permitan anuncios en televisión incitando al juego, ofreciendo incluso una cantidad inicial para que puedan empezar a jugar, ahora, cuando tanto se sabe sobre la tragedia humana que supone la adicción a los juegos de azar, enfermedad incurable como todas las adiciones, de la destrucción personal que ocasiona a las personas que la padecen, de las familias que destroza, la ruina, tanto personal como económica a la que lleva, los jóvenes que estamos perdiendo porque caen en ese pozo sin fondo y además del coste económico que supone la atención para la rehabilitación de estas personas que ni siquiera lo consiguen al 100 %, y lo peor de todo que eso lo hacen personas que deberían servir de ejemplo, deportistas de renombre que tanto atraen la atención de todos, personas que no necesitan hacer esos anuncios para subsistir.
Y que decir de los juegos por internet a los que se acceden sin control alguno y de tantos salones de juego, máquinas tragaperras, loterías, cupones y bingos que hay en este dichoso país.
Desde aquí, como madre y persona preocupada por este tema, suplico a esas personas que no se presten a ese tipo de anuncios y exijo al gobierno que escuche a los equipos terapéuticos que en la actualidad trabajan por conseguir la rehabilitación de las personas ludópatas y legisle sobre ello prohibiendo anuncios que inciten al juego, la proliferación de salones de juegos, bingos y máquinas tragaperras en Bares y preste más atención desde las instituciones destinando más presupuesto para el tratamiento de las personas que decidan hacer el esfuerzo para rehabilitarse.