Los ocho acusados de traficar cocaína, después de que en febrero de 2015 la Policía Nacional descubriera un laboratorio de esta sustancia en el barrio de Pescadería de la capital de Huelva, y que se han sentado este jueves en el banquillo, han negado los hechos. En concreto, tres de ellos que han dado respuesta a las preguntas de sus abogados y otro a las de todas las partes, ya que el resto se ha acogido a su derecho a no declarar, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.
El juicio se está celebrando en la Sección Primera de la Audiencia de Huelva y proseguirá el lunes, jueves y viernes de la próxima semana. Para ellos, el fiscal solicita una suma de 76 años de prisión, concretamente entre ocho y diez años de cárcel para cada uno, y multas que alcanzan los 800.000 euros, por delitos contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud, en cantidad de notoria importancia, y por delitos de pertenencia a grupo criminal.
El fiscal considera el cabeza de la trama al F. J. D. Á., del que apunta que, durante al menos los meses de septiembre de 2014 a febrero de 2015, dirigió un grupo de personas dedicado al transporte de alijos de varios kilogramos de cocaína desde la provincia de Sevilla hasta esta capital, para su posterior preparación y venta a suministradores a su vez de otros vendedores al por menor, todo ello sin perjuicio de que por los componentes del propio grupo se efectuaran también actos de venta de la droga a consumidores finales.
La Fiscalía remarca que la Guardia Civil se incautó en esta operación de más de 20 teléfonos móviles, 19.100 euros en efectivo, nueve vehículos de alta gama y una moto de gran cilindrada, diversas cantidades de marihuana y hachís, y mucha cocaína, según ha adelantado el diario ‘Huelva Información’.
La detención se produjo en febrero de 2015, pero fueron puestos en libertad con cargo meses después, al depositar fianzas y no existir riesgo de fuga.