El número 4.536, que ha resultado agraciado con el segundo premio del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, dotado con 1.250.000 euros a la serie, ha traído de nuevo la suerte a la provincia de Huelva, más concretamente a las localidades de Isla Cristina, en la que también ha caído parte de un quinto premio, y Escacena del Campo.
El número fue cantado a las 11,21 horas en el segundo alambre de la sexta tabla. Los niños del Colegio Residencia de San Ildefonso Nicol Chungara Pardo y Youssef Salhi han cantado los número y Wilmer Preites González y J.Stiven Mendoza Candelo han extraído las bolas.
Un quiosco de Isla Cristina y un bar de Escacena del Campo han sido los encargados de repartir la suerte este jueves.
Según ha informado el dueño del establecimiento isleño, Manuel Barba, en declaraciones a Europa Press, «ahora mismo está todo el mundo alborotado» a pesar de que «no conocemos quién es ninguno de los tres agraciados», aunque la gente «no deja de entrar y salir y no paro de recibir llamadas». En este quiosco de Isla Cristina han repartido además de dos décimos del segundo premio, otro décimo de uno de los quintos premios, el 19.152, todos ellos a través de la modalidad electrónica.
Según Barba, en el quiosco se ha vendido lotería desde el verano, por lo que «puede ser alguno de fuera ya que Isla Cristina es una ciudad muy bonita y viene mucha gente» por ello, el dueño del quiosco cree que «podría haber sido algún turista, pero también alguien de la localidad».
Sea como sea, en el establecimiento «estamos contentísimos» y para Barba «la verdad es que siempre hemos repartido suerte ya que hace dos años ya repartimos parte de otro quinto premio», por lo que «la suerte nos sonríe».
El bar Tomás, de Escacena del Campo, también ha repartido a través de la modalidad electrónica un décimo del segundo premio del sorteo navideño. Según ha relatado una de las propietarias de este negocio familiar, Pilar Aguilar, «parece ser que lo hemos vendido en el pueblo» y hay rumores de que le ha tocado «a una mujer» pero aún no se sabe a ciencia cierta quién es el dueño del boleto agraciado.
Por ello, hasta el momento «la actividad en el bar es casi normal» y hay gente que «se ha quedado con la pena de que sólo haya sido uno» aunque por parte de los propietarios del bar «estamos muy contentos» ya que tradicionalmente «no vendíamos lotería, que es algo que solo hacemos desde hace tres años y dar un segundo en tan poco tiempo no está nada mal». Desde este bar de Escacena están a la espera de saber quién es el agraciado «para poder celebrarlo».