El broche de la penúltima sesión de preliminares lo puso la comparsa de Huelva “Mi barrio”, el barrio de la vida, el que sabe de sus vidas y sus verdades. Así comenzaba la presentación de esta agrupación con un rollito musical pegadizo que te hacía mover el cuerpo al son de sus compases, envueltos por la gravedad del bajo que incorporaban en su interpretación y retumbaba en el interior de los oyentes como auténticos latidos.
Representan el barrio de los carnavales, donde todo el mundo cabe, donde invitan a pintarse dos coloretes, al sentir el ambiente de su gente sencilla, a vivir rebelde y tomar sus calles sin callarse, la cultura de los carnavales con la gente de este barrio.
El tipo, con ese sombrerito que se gastan recuerda al cantautor del grupo “El barrio” con una pequeña guitarra con toques carnavalescos, camisas oscuras de manga corta cojamente abotonada con un a colorada camiseta enguatada en su interior y unos vaqueros despintados. El conjunto del disfraz está aderezado por detalles alegóricos a la fiesta de febrero, así las cintas de colores, las chapas con los diferentes nombres de las peñas del carnaval onubense y los fragmentos de algunos pasodobles ya antológicos escritos en sus espaldas.
En el primero de sus pasodobles vestido con una música de sabor añejo y muy bien llevado en su bonita melodía, daban las gracias a Huelva por el reconocimiento y la acogida que tuvo su agrupación el pasado año en su debut. Para el segundo enfocaron sus letras a lo ocurrido con el fallido intento de un rociero devoto de la virgen del Rocío que en la Hermandad de Emigrantes trató de ser su Hermano Mayor, siendo “el Beni” despreciado y negado su sueño por su condición homosexual. Metiéndose en el pellejo de este rociero “Beni” se dirige a su Virgen pidiendo que perdone a esos buenos rocieros que le ofendieron y ojalá la quieran como él la quiere. Pasodoble que tuvo un gran calado en el público que reaccionó levantándose de sus asientos y aplaudiendo fuertemente esta letra.
En los cuplés arremeten con contra uno de sus componentes, solteros, bien criado y con muchas ganas de comer que se presentó al programa ese done cenan durante la cita y en el segundo en referencia a los tipos de animales presentados en este concurso. Su estribillo se hace pegadizo y toma la dinámica y fiestera y callejera que tiene su presentación el popurrí que se escuchó a continuación. En él nos cantaron la vida de su barrio sin callarse nada, el barrio de los carnavales, el que se llena de coplas por febrero.
Recuerdan cuando su barrio era el templo referente relatando los carnavales de los años ochenta y noventa de nuestra fiesta. Advierten que el carnavalero ya no es un inculto y que lucha por su libertad, que no se calla, resaltando su estilo desenfadada de vivir y entender la vida. Un paseo por el barrio nos evoca el recuerdo de algunas peñas y algunos autores que comenzaron en la fiesta, rematando con la más antigua en activo; La Colombina, que siempre tiene abierta sus puertas. De gran belleza su interpretación y muy emotiva para los carnavaleros choqueros, de las de vellitos de punta.
En su conjunto su popurrí, así como el repertorio de esta agrupación de buen cantar tiene algo por encima de todo, que engancha, y así lo rubricó el público puesto en pie con palmas por Huelva.