(Texto y foto: Paco Morán) Dícese de ese individuo que sufre trastorno psicológico temporal que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas, ya sea durante el secuestro o tras ser liberada.
No igual, pero algo parecido se ha producido tras haber hecha pública en Canal Luz TV y Antena Huelva Radio una campaña de ayuda para que los jugadores del Recre puedan tener durante el viaje unas mejores prestaciones. Tras el viaje a Jumilla en el que los jugadores tuvieron un sábado frenético, entrenando y teniendo que irse a sus casas a comer porque no había para un menú de carretera, se armó.
Los jugadores, entrenador y empleados, parecen estar encantados con la situación actual y poca ayuda parece que necesitan. Viajan mejor que el Real Madrid y tienen unas instalaciones para entrenar que son envidiadas por todos los clubes. Sobre el no cobrar, parece que también están encantados.
No hay peor enemigo de la libertad de expresión que el paro.
Así pues, quiero expresaer a muchas personas que iban a colaborar en esa campaña de ayuda mi agradecimiento por tanto que se volcaron desde el primer intento para ayudar a los jugadores. Pero a día de hoy la plantilla no necesita ningún tipo de ayuda, según ellos.
Habida cuenta de que viven el paraíso de sus condiciones laborales, tienen la capacidad para llevar sus vidas por sí mismos. Cerramos pues este asunto.
Nos centramos en lo deportivo y burocrático y dejamos las campañas solidarias. Espero que a partir de junio no haya que hacer otra campaña de salvación para pagar a los jugadores y el club pase a manos privadas.
A partir de este instante, toca iniciar el camino hacia la salvación con la actual plantilla. Si la situación la pasada temporada era sumamente complicada, ahora lo es más, dado que descender significaría la desaparición o cuanto menos descender dos categorías más, si no se le paga a los jugadores cuando acabe la temporada.
Se abre un camino en el que afición y jugadores deben hacer piña para obrar lo que considero un milagro. Si el equipo es cuarto por la cola y el resto de equipos se han reforzado, podría servir para hacer una regla de tres y no ser muy optimista. Yo voy a seguir creyendo en que la permanencia es posible y el paso a manos privadas también.