Enrique Vila-Matas reflexiona sobre el concepto de originalidad y repetición en su nueva novela, ‘Mac y su contratiempo’ (Seix Barral), un relato en el que vuelve a recurrir al trasvase de géneros.
El protagonista de esta novela es Mac, «un tipo que quiere mejorar en secreto la obra literaria de su vecino» y que se presenta como «un modificador constante de todo lo que ve y lee, de lo que recibe como herencia».
«En mi opinión, no hay progreso ni cambio en la literatura, es solo repetición, porque nunca existió la originalidad, y más bien todo es transmisión y repetición de ideas ajenas desde el principio de los tiempos», ha señalado el autor, quien considera que desde el principio hay «un relato original» que no se conoce y cuya modificación es «la historia de la literatura».
A propósito de la repetición, la novela cita al filósofo danés Kierkegaard, quien afirmó que «la repetición y el recuerdo son el mismo movimiento con la diferencia de que el recuerdo va hacia atrás y la repetición hacia adelante», según ha destacado Vila-Matas, quien ha subrayado que, por lo tanto, «la repetición es avance».
Según ha explicado, esta es una novela pero también es «un libro de cuentos, y al mismo tiempo es un ensayo sobre la repetición y la diferencia, y también es un diario sobre un escritor debutante». A pesar de la aparente complejidad, Vila-Matas ha señalado que lo ha abordado «con naturalidad» puesto que ha trabajado en este trasvase de géneros en otras ocasiones.
Además, ha agregado que esta novela es también una «parodia» de estilos literarios, motivo por el que hay «multitud de voces que acuden a la narración» y de «cuentistas». En esta línea, ha advertido de que «es casi insultante decir que es raro», porque más que una dificultad, simplemente «el reto ha sido mayor».
Para ‘Mac y su contratiempo’, Vila-Matas toma como «espejo» una novela que escribió hace 30 años, ‘Una casa para siempre’ (1988), que es la que se supone que en el relato que ahora presenta escribió el vecino, ‘Walter y su contratiempo’. Esta referencia forma parte de la sugerencia de retomar aquel libro, aunque el escritor ha matizado que «es solo un punto de orientación».
Respecto a la idea de elegir la voz propia y mantenerla en su carrera literaria, ha explicado que se trata de una «decisión estilística» que tomó al principio de su carrera. Por ello, considera que «no hay términos medios» con lo que escribe y tampoco existen en sus lectores: «O disgusta o gusta».