(Texto: José Enrique Sánchez) El Polvorín ha vivido un solemne Vía Crucis, presidido por la imponente imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, titular de las Tres Caídas. La solemnidad del acto tan solo se ha visto alterada por la amenaza de lluvia, lo que obligó a volver al tempo en la octava estación, desde la calle Villarrasa. El resto de estaciones se rezaron en el interior del Sagrado Corazón de Jesús.
El paso ha lucido de manera extraordinaria cuatro faroles cedidos por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima del Amor de Beas. El acto religioso ha contado con música de capilla que se ha intercalado al rezo de las estaciones. Una importante novedad ha sido que, por primer vez, las hermanas de la cofradía portaron al Señor, realizando la primera y última estación dentro del templo.
En su caminar, la Imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas ha pasado por las Casas de Hermandad de las tres corporaciones de penitencia de la Parroquia: además de las Tres Caídas, Sagrada Cena y Victoria, cuyos hermanos, junto a fieles y devotos de la parroquia y hermanos de la Hermandad Filial de Montemayor, han alumbrado al cortejo con la luz de sus cirios.
El cortejo con el Titular de la Hermandad de las Tres Caídas partía a las 20.00 horas de la parroquia del Polvorín y recorría las calles Presbítero Pablo Rodríguez, Pasaje Alonso de Palos, Vicente Yáñez Pinzón, Francisco Niño, Almonaster la Real, Puebla de Guzmán y Villarrasa, desde donde volvió al templo ante la amenaza de lluvia que se concretaba minutos después.
