Concluido con éxito el Congreso Internacional de la Universidad de Huelva titulado ‘Identidad europea y extranjeros en los territorios hispánicos (siglos XVII al XXI)’. Durante los tres días que ha durado ha logrado ser un espacio de debate y de exposición de los resultados científicos actualizados sobre la construcción de la identidad europea y el trato a los extranjeros, según la valoración efectuada por sus codirectores, los doctores David González Cruz, catedrático de Historia Moderna, y Pilar Gil Tébar, Profesora Titular de Antropología Social, quienes han destacado el enriquecimiento de las conclusiones obtenidas gracias a la perspectiva interdisciplinar que ha supuesto la participación de prestigiosos sociólogos, antropólogos, historiadores y filólogos procedentes de diferentes universidades y centros de investigación de varios países (Francia, Italia, España y Portugal).
La última sesión del congreso celebrada el domingo, ha dedicado varias ponencias al análisis del impacto de la religión en la generación de diferencias y contrastes identitarios respecto a la visión sobre Europa, tanto en España como en los territorios norteafricanos de Ceuta y Melilla. En este marco, el Camino de Santiago ha sido la temática elegida por el historiador Roberto Javier López -vicerrector de la Universidad de Santiago de Compostela-, quien ha investigado si las peregrinaciones que tuvieron como destino la catedral gallega durante las edades Media y Moderna -desde la identificación del sepulcro como del apóstol Santiago en el siglo IX- contribuyeron a formar la identidad europea como fruto de las interrelaciones que se produjeron entre las personas de diferentes nacionalidades que frecuentaron la ruta jacobea.
Por su parte, Sol Tarres Chamorro -profesora de la Universidad de Huelva- ha profundizado en el debate existente actualmente en los medios de comunicación y en la opinión pública sobre la identidad múltiple de los musulmanes que han nacido o residen en España y en otros países europeos. Con este objetivo ha realizado un recorrido histórico desde los primeros tiempos del islam en la Península Ibérica, pasando por la prohibición de residencia en los territorios hispánicos a los musulmanes y judíos y la creación de barrios especiales en Ceuta a fines del siglo XVIIII destinados a los mogataces, o moros de paz, que llegaron a la ciudad tras la pérdida de Orán en 1791, hasta finalizar en la herencia que ha quedado en la actualidad de la trayectoria seguida por la convivencia entre los cristianos y los seguidores del profeta Mahoma.
En este contexto religioso, la antropóloga Victoria Borrell Velasco ha presentado su estudio sobre el proceso de construcción de una identidad europea diferenciada en Melilla, que “aparece confrontada con las cinco identidades de naturaleza étnico-religiosa pre-existentes en la ciudad norteafricana”. Su conclusión es que “los discursos en torno al grado de identificación, la adscripción al proyecto europeo y el sentimiento de pertenencia son distintos para cada una de las culturas, en los ámbitos familiar y comunitario”. Asimismo identifica algunos elementos claves para la interpretación, como el estatus, el nivel de bienestar o el arraigo de los diversos grupos en la ciudad; al mismo tiempo, considera que la educación en el ámbito escolar muestra ciertas peculiaridades de gran interés, ya que ha logrado crear un mito cohesivo en torno a la identidad europea con consecuencias importantes para las relaciones interculturales en esta frontera sur de Europa.
En este contexto de análisis de las fronteras del sur de Europa, Antonio M. González Díaz, investigador de la Universidad de Huelva, ha indicado que “durante una gran parte de la Edad Moderna el sur del territorio fronterizo hispano-lusitano no fue una zona propicia para la construcción de la idea de Europa”. A este respecto, afirmaba que “dos fueron los factores claves que estuvieron actuando en contra de la creación de un sentimiento europeista entre las poblaciones de ambos lados: la guerra y la competencia económica entre portugueses y españoles”.
Por otro lado, José Manuel Díaz Blanco, profesor de la Universidad de Sevilla, ha expuesto su trabajo de investigación sobre el europeísmo en la ciudad hispalense en el siglo XVIII por tratarse de un modelo de población cosmopolita que acogía a diversas comunidades de extranjeros. Por último, Pilar Gil Tébar, profesora titular de Antropología Social de la Universidad de Huelva, ha presentado su ponencia sobre la representación de Europa en Iberoamérica a través de la imagen de España. Para ello ha realizado un recorrido a lo largo de varios siglos identificando las situaciones, acciones y agentes que, por su significación social, han actuado y lo siguen haciendo “como ejes en torno a los cuales se ha ido forjando el carácter dicotómico que caracteriza la imagen de España en la América hispana, especialmente en el caso de México por haberlo tomado como modelo en su estudio”.
Esta actividad ha sido organizada por el equipo del proyecto de investigación de excelencia de la Universidad de Huelva, financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad del Gobierno de España, y cuenta con la colaboración de la Autoridad Portuaria de Huelva y la Asociación de Estudios Iberoamericanos y Colombinos Rábida.