(Texto: Antonio Huelva Salas) Queridos amigos y amigas del Face:
Como sabéis los que me conocéis, soy profesor funcionario con plaza definitiva en un instituto de Huelva, y he ocupado durante los últimos años varios puestos técnicos de libre designación en la administración educativa. Cuando los diferentes responsables políticos con los que he trabajado, me han llamado o me han confirmado en mi cargo siempre lo han hecho argumentando mi perfil profesional y mi trayectoria laboral, en definitiva, mis cualidades técnicas para un puesto técnico.
Los puestos técnicos de libre designación se cubren por un procedimiento administrativo, con convocatoria pública en boja, y son puestos temporales para funcionarios que cuentan con la confianza del responsable político. Entre los requisitos que establece la norma para ocuparlos están el ser funcionarios del cuerpo y del grupo tal, del área relacional y funcional tal, méritos y capacidad, etcétera. Entre los muchos jefes y jefas de servicio que conozco, muy, muy pocos son los que están afiliados a un partido político, de hecho, en la Delegación de Educación de Huelva, el único soy yo, que, como sabéis, soy miembro del PSOE. Pero nunca ha sido ésta la razón para nombrarme, siempre he estado absolutamente convencido, y lo sigo estando, de que las razones para nombrarme han sido mis méritos, capacidades, las responsabilidades que he ocupado en equipos directivos y el trabajo que he desarrollado en el ámbito de la educación.
El jueves de la semana pasada me comunicaron inesperadamente mi cese inmediato. Entre las razones que me dieron para justificarlo no estaban la incompetencia profesional, la pérdida de confianza, los errores en la gestión, la incapacidad para desarrollar el trabajo… sino argumentos, digamos, “menos técnicos”, del tipo: es una decisión que tomo contra mi voluntad, no tengo ninguna queja de tu trabajo, has sido mi mano derecha, sigues contando con toda mi confianza… pero… te tengo que quitar a ti… y tengo que poner a otra persona. Por propia definición, los puestos de libre designación son eso, de libre designación, un día te nombran y al día siguiente te pueden cesar, no tengo ninguna duda ni ningún reproche que hacer. Pero por higiene democrática, y por respeto a la administración y a la ciudadanía, creo que los nombramientos y ceses de técnicos deben justificarse con razones técnicas. Siento vergüenza ajena, y lástima, de que esas decisiones técnicas se tomen con otros argumentos.
El próximo curso me incorporo a mi instituto, a mis clases de latín y griego que tanto añoro, con la certeza de haber hecho un buen trabajo en la administración educativa, y con el mismo compromiso con la enseñanza pública y con la educación que he mantenido durante toda mi vida. Siempre he pensado, parafraseando a Freire, que la educación cambia a las personas que van a cambiar el mundo, que la educación es la mejor herramienta contra las desigualdades sociales y para la construcción de una ciudadanía crítica y libre.
En el proceso de elección del Secretario general de mi partido, he avalado, apoyado, y votado públicamente a Pedro Sánchez. Nunca he estado dispuesto ni a ocultar mi voto, ni a avalar a uno y votar a otro, ni a no expresar, desde el respeto, mis opiniones para no “exponerme demasiado”, como se me ha dicho estos días.
Cada uno puede sacar sus conclusiones.
Saludos
Postdata: sigo afiliado a mi partido, aunque no comparta algunas decisiones, no pienso irme, y, a pesar de algunos de sus dirigentes, lo considero una herramienta imprescindible de transformación y progreso.
3 comentarios en «Carta al director: Cese sin causa en la Delegación de Educación»
No creo en los puestos de libre designación, sean del color que sean. Una cosa es ser elegidos por sufragio universal y otra bien distinta es ponerlos a dedo aún teniendo que ser funcionario caso este, pues en otros como Diputación ni eso. Los cargos por debajo del elegid@ por votación en las distintas elecciones y en las distintas administraciones, deberían de ser todos mediante oposición y se tenga la afinidad política que se tenga si es que se tiene, si no esto es un compadreo. Pues repito que en este caso no, pero en otros no hace falta ni ser funcionario ni nada, simplemente ser hijo de, sobrino de, ahijado de, etc. Y no tiene por que ser un problema la confianza, ya que lo que se tiene que tener muy claro es saber diferenciar la profesionalidad de las preferencias políticas de cada un@. Yo puedo ser un gran profesional tenga la afinidad política que tenga, es decir, hay que saber realizar un buen trabajo independiente del color político afín de cada un@. A tu favor, dado el caso claro y aún sin, ya digo, creer en los puestos de libre designación y aún sabiendo que donde hoy te pongo mañana te quito, tengo que decir que con total claridad es una purga por no estar al lado de Susanidad, pues si válido para ello eras hace xs tiempo válido eres ahora, además, el que fueras rival en las primarias locales de alguien que SI apoyó a Susanidad algo habrá tenido que ver también ( no dudes que la partida no terminó ahí ). En fin, esto tiene la política, Antonio, a otro que rompió y partió la casa del pueblo de Trigueros en dos, fractura que aún sigue sin soldar, perdió las elecciones y lo premiaron con un carguito en la capital,, pero hasta para eso hay que nacer con una estrella, hasta para cambiar de chaqueta y no pasar nada en absoluto. Suerte Antonio y a disfrutar de nuevo de la palestra.
Perdona, Antonio, pero a ti no te designaron a dedo por tus méritos «técnicos» (que seguramente los tenías en ese momento) sino por tu afiliación política, por tu buena sintonía con los que ostentaban un cargo político socialista, por tu ideario y argumentario. No me cabe duda que realizaste un óptimo desempeño en esa Delegación, pero igual que tus superiores -hace ya muchos años- no quisieron exponer tus virtudes para designarte, no esperes ahora que se justifiquen contigo por cesarte. Es lo que tiene esto de los puestos de libre designación… Espero que disfrutes con la vuelta a tu añorada profesión, aquella de la tiza y las declinaciones. Un saludo.
Vete a freir esparragos