(Texto: Jara Rodríguez Marco) Este verano contamos en la provincia de Huelva con la presencia del circo Gottani, en cuyo espectáculo, además de los artistas, participan cinco elefantes.
Estos majestuosos seres, que en condiciones normales recorrerían libremente largas distancias por la sabana en busca de alimento y agua, son obligados a tener un comportamiento antinatural, viviendo en pequeños espacios y pasando gran parte de su vida en jaulas que los transportan cientos de kilómetros. Indudablemente, tal como indicó la Federación de Veterinarios de Europa el 6 de julio de 2015, pidiendo la prohibición de este tipo de espectáculos, las necesidades básicas de los animales no se satisfacen en un circo itinerante, provocándoles estrés, frustración y sufrimiento.
El estado cautivo de los animales salvajes no provee valor educativo alguno. Actúan en un entorno artificial, ofreciéndonos una visión distorsionada de la realidad, y por tanto carecen de interés de aprendizaje para los niños, que son el público mayoritario de estos espectáculos.
Más de 200 municipios en España ya se han declarado libres de circos con animales, entre ellos Huelva capital. Pero es necesario que esta medida se adopte en toda la provincia.