Se está ultimando la edición de un libro sobre la localidad serrana de Valdelarco, una de las más pequeñas y encantadoras del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. El autor del trabajo es Pedro Domínguez García, y la publicación formará parte de la Biblioteca Serrana que impulsa la Asociación Cultural Lieva. Esta entidad se ha ocupado de la preparación de la edición y de la promoción de un volumen titulado ‘Valdelarco y el milagro de su ermita. Apuntes históricos’.
El libro recoge dos partes bien diferenciadas. En primer lugar, aspectos históricos de la población, con la recogida de datos documentales de archivos públicos y privados. Destacan los relacionados con Don Thesifón, cura de la localidad en el siglo XVIII, y que el autor encontró en un arcón familiar.
La segunda parte está dedicada al movimiento vecinal que alumbró iniciativas como las comisiones de festejos, la ‘Revista Valdelarco’ o la construcción de la ermita. En estas páginas, Domínguez atribuye a la población el protagonismo de las últimas décadas de dinamismo social en el pueblo.
Pedro Domínguez García es un enamorado de la historia de su pueblo, donde nació en 1944. Tras asistir a la escuela primaria del pueblo en 1955, con 11 años, ingresa en el Seminario de Huelva, inaugurado por su promoción, donde estuvo sólo tres cursos. Ha sido tornero, emigrante en Cataluña, Guardia Civil y enfermero, habiendo estudiado la diplomatura en la Escuela Universitaria Manuel Lois García, de Huelva. Aficionado a la lectura desde su infancia e investigador autodidacta, fue colaborador habitual de la Revista Valdelarco, en la que publicó durante varios años una sección de arcaísmos lingüísticos, titulada ‘Lenguaje Colmenero’. Ha sido coautor, junto con su hermano Rufino, de un trabajo de historiografía local, titulado ‘Cajón de don Tesifón: Valdelarco (Huelva) siglos XVIII y XIX’.
En la publicación del volumen colabora el autor, la Asociación Lieva, el Ayuntamiento de Valdelarco y la Diputación Provincial de Huelva. La intención de todas las partes es destinar los posibles beneficios a la edición de nuevos productos culturales, como los que impulsa Lieva en su Biblioteca Serrana.
