Marianela Olmedo, mujer y madre de las víctimas del doble crimen de Almonte, ha prestado declaración este lunes en la tercera jornada del juicio contra el presunto asesino, Francisco Javier Medina, en la sección primera de la Audiencia Provincial.
En su declaración,a preguntas del abogado de la defensa, ha negado que ella tocara las toallas en las que se encontró ADN del presunto autor del doble crimen. Justo en las toallas y en ese ADN encontrado está la clave principal de este juicio. Marianela Olmedo ha reconocido las toallas, y ha explicado cómo las había lavado –en la lavadora con agua caliente a 40 grados, con detergente, lejía y otros productos–.
El abogado defensor de Francisco Javier Medina ha preguntado a la testigo sobre las relaciones sexuales con su defendido, a lo que ha respondido que eran casi a diario, «porque él lo quería así». El día 6 de abril mantuvieron relaciones en su coche a mediodía, desnudos y sin usar preservativos porque estaba tomando anticonceptivos, por lo que pudo tener algún contacto con el semen, lo que, según la defensa, podría explicar que el ADN del acusado acabara en las toallas, ya que después fue a la casa donde convivía con su marido y se duchó. Sin embargo, la testigo ha indicado que se secó con su albornoz y que no tocó las toallas.
Olmedo ha definido a Medina como un hombre «celoso y controlador», al tiempo que ha añadido cómo los celos desaparecieron tras el doble crimen. Para la mujer y madre de los asesinados, el presunto asesino no la dejaba reir ni hablar y le decía cómo tenía que vestirse. Igualmente, ha explicado que Medina tenía celos de su marido y también de otros compañeros del trabajo, con los que no quería que entablara conversación.
DECLARAN LOS PADRES DE MARIANELA OLMEDO
En la jornada de este lunes también se han producido las declaraciones de los padres de Marianela Olmedo, que han coincidido en definir al acusado como una persona fría, al tiempo que han tenido palabras de elogio sobre el ex marido de su hija, del que han dicho que era una muy buena persona: «era el hombre más bueno de la tierra», ha llegado a decir su exsuegro. Ambos han coincidido también en el cambio que dio su hija tras iniciar la relación con Francisco Javier Medina, al que admitieron porque «por los hijos se hace todo».
El abuelo materno y suegro de los asesinados, que fue quien se encontró los dos cadáveres, ha explicado cómo llegó hasta la casa, alertado por su hija, y cómo en un primer momento pensó que Miguel Ángel, entonces su yerno, había matado a la niña y luego se había quitado la vida.
La madre de Marianela ha abundado en lo dicho por su hija sobre lo controlador que era el acusado y ha relatado algunos detalles, así como el hecho de que su hija cambió su manera de vestir y comportarse.
MALESTAR EN LA FAMILIA
Los familiares del hombre y la niña asesinados han calificado este lunes de «espectáculo circense y esperpético» las muestras de apoyo que los familiares del único acusado, Francisco Javier Medina, expresan a la llegada de éste a la Audiencia Provincial.
Los familiares de los asesinados entienden que los vítores que se le dan al presunto autor de los hechos son una humillación, tanto para ellos como para los dos asesinados. Uno de los familiares ha llegado a decir que lo que está ocurriendo en este caso no se había visto nunca antes, como es el hecho de que se vitoree al presunto autor de la muerte de una niña de ocho años. «Que hubiéramos pensado si se hubiera hecho esto con Bretón, Santiago del Valle o Carcaño», ha añadido, para concluir que es como un mundo al revés, en el que el culpable es la víctima y las víctimas parecieran los culpables.