Ayuntamiento de Almonte, agricultores y Guardia Civil han estrechado sus lazos para poner freno a los robos en el campo y al pastoreo ilegal, dos de los principales problemas que acucian al sector agrícola no sólo del municipio, sino de toda la provincia.
Esta es la principal conclusión que puede extraerse de una reunión celebrada recientemente entre el equipo de gobierno municipal, agricultores de la localidad –en su mayoría pertenecientes a la Cooperativa Agroalimentaria Virgen del Rocío- y efectivos del Grupo ROCA de la Guardia Civil, un encuentro en el que se han tomado medidas para combatir ambos problemas.
Entre los principales acuerdos adoptados, destaca la puesta en marcha de una colaboración más fluida entre las tres partes, de manera que, por un lado, el Ayuntamiento reforzará la labor de su servicio de vigilancia municipal, formado por los antiguos guardias rurales.
Por su parte, desde el Grupo Roca se ha puesto a disposición de los agricultores un número de teléfono específico para el problema de los robos en el campo, de modo que los agricultores podrán trasladar de forma directa a este dispositivo especial de la Guardia Civil cualquier incidencia que detecten en las fincas agrícolas, desde un posible intento de robo hasta cualquier elemento que ayude al esclarecimiento de un delito anterior.
Asimismo, las tres partes se pusieron de acuerdo en la necesidad de la colaboración ciudadana, ya que son numerosas las hectáreas agrícolas que hay que controlar, por lo que “toda colaboración es importante para atajar estos problemas que acucian a nuestro sector agrícola”, tal y como ha destacado el teniente de alcalde delegado de Agricultura, Isidro Medina, quien ha hecho una valoración “muy positiva” de la reunión.
Esta reunión forma parte de una ronda de contactos que el Ayuntamiento de Almonte lleva a cabo con el sector agrícola del municipio. En una reunión anterior, la alcaldesa, Rocío Espinosa, junto a su equipo de gobierno municipal, y la Cooperativa Agroalimentaria Virgen del Rocío, acordaron tomar medidas para fortalecer la agricultura tradicional de secano en Doñana y poner freno a la disminución de la superficie de viñedos que se ha producido en los últimos años en el espacio natural.