Más de 2.000 inmigrantes malviven en asentamientos improvisados y en una condiciones infrahumanas, según se desprende del informe presentado este martes por la Mesa de la Integración, que representa a distintos colectivos que trabajan con los inmigrantes en la provincia de Huelva.
El informe, que está firmado por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, Cáritas Diocesana, Huelva Acoge, Asnuci, Codenaf y Mujeres en Zona de Conflicto, será elevado a las distintas administraciones, así como a los parlamentos español y andaluz, al defensor del pueblo y a los empresarios.
La situación que se describe en dicho informe es realmente preocupante, porque según estas asociaciones Huelva es la provincia donde se dan más casos de asentamientos y de exclusión tras Almería.
Los colectivos que trabajan para ayudar a los inmigrantes aseguran estar ya cansados de que las administraciones públicas se echen la pelota unas a otras, sin que en los últimos diez años se haya hecho prácticamente casi nada por acabar esta situación denigrante para las personas que la sufren.
Los países de los que vienen mayoritariamente son Ghana, Malí, Marruecos, Rumania y Senegal, y la edad de los inmigrantes está entre los 18 y 45 años, aunque también se han detectado menores, como en Lucena del Puerto, localidad en la que se han contabilizado hasta 360 chabolistas, unos 60 menores de edad.
Los problemas se multiplican en estas infraviviendas, creadas por los propios inmigrantes, y cada vez se ven más casos de prostitución, alcoholismo o salud mental.
Las asociaciones no entienden cómo se precisan que vengan 17.000 trabajadores a la campaña de la fresa con contratos en origen, cuando no se ha hecho un esfuerzo por contratar a los que ya están aquí y en condiciones infrahumanas.
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