Manuel Lombo pre-estrenará el próximo 24 de febrero en La Palma del Condado su nuevo disco, ‘Lombo por Bambino’, dedicado a la figura de Bambino. Antes de su estreno en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, el 3 y 4 de marzo. No se trata, según el cantante, de rendir homenaje ni de reivindicar a un artista “que está más que reconocido y homenajeado. Simplemente”, declara Lombo, “voy a disfrutar y a poner en mis labios y mi corazón, las canciones con las que tanto disfruto y tanto me hacen soñar de este genio utrerano”.
Durante la presentación, el alcalde de La Palma ha destacado no sólo la grandeza artística de Lombo, sino sobre todo la grandeza de su persona. “Se trata de un artista singular, que emociona por su forma de cantar y por su sencillez y humildad. Estamos ante un gran cantante, un gran artista, pero sobre todo, ante una gran persona humana”, ha declarado Manuel García Félix.
El artista sevillano ha escogido La Palma porque según ha expresado “es un lugar que me ha fascinado siempre y estoy realmente contento de hacer aquí la puesta de largo de este proyecto”.
Formado en la esencia del flamenco tradicional bajo la tutela de José de la Tomasa o Naranjito de Triana en la Fundación Cristina Heeren, Manuel Lombo (Sevilla, 1979) es un artista muy ecléctico en el que no sorprende que rinda homenaje al personalísimo Bambino –Miguel Vargas Jiménez- quien a su muerte en 1999, cuando ya lucía el título de “príncipe de la rumba fatal”, había protagonizado una de las revoluciones más singulares, exacerbadas y pasionales del flamenco reciente.
Bambino, nacido en Utrera en 1943, fue un artista arrebatado y de intensa vida personal, que desarrolló la rumba y el combo-flamenco –guitarras, percusión, palmas, piano- en canciones con letras explosivas trufadas de historias con dramáticas traiciones, celos y pasiones exacerbadas que, sin embargo, podían bailarse. En sus grabaciones para Columbia fue acompañado por Paco de Lucía o Paco Cepero. Tras triunfar en los tablaos de Madrid, a su muerte, con 59 años, dejó una legión de seguidores tan variopinta que en ella figuraban Amparanoia, Pedro Almodóvar o el locutor José Antonio Abellán.
Manuel Lombo, quien ha triunfado tanto en el flamenco ortodoxo como en la copla o el “pop aflamencado” a lo largo de casi 20 años de carrera con colaboraciones con María Jiménez, quien respaldó su lanzamiento, como en las compañías de baile de Rafael Campallo o Mari Ángeles Gabaldón, ha publicado seis trabajos discográficos. La idea de rememorar las canciones de Bambino surge, según narra Lombo, “de la insistencia de Fernando González-Caballos, un buen amigo que en un más de una ocasión me ha involucrado en sus “locuras flamencas”.
Lombo ha anunciado que su trabajo sobre el legado de Bambino quiere ser “musicalmente sencillo”. “Con la esencia de Bambino pero sin intentar imitarle, ya que sería una muy osada locura. En definitiva; un trabajo respetuoso a su figura, su familia y a mi amada Utrera”.
Admirador de su trabajo, al que ya homenajeó en su primer disco cantando “Tengo la experiencia”, Lombo destaca de Bambino su carácter de “artista transgresor que convertía en una gran obra cualquier canción que versioneaba”. “Ahora me gustaría recordar sus primeras canciones, sus grandes éxitos y otros no tan conocidos que encierran la emoción y la euforia de uno de los artistas de más calidad que ha dado Andalucía”.