La Sagrada Imagen de la Virgen de la Peña será colocada nuevamente en el retablo de su ermita en Puebla de Guzmán esta misma semana, después de haberse completado el proceso de conservación y recuperación de su talla, que se ha llevado a cabo en los últimos meses en los talleres del restaurador Pedro E. Manzano. Durante todo este fin de semana se sucederán los actos de homenaje y de convivencia entre sus devotos, que servirán de celebración y de bienvenida a la Imagen tras 165 días de ausencia de la localidad.
Este sábado, 17 de marzo, desde las 9.00 y hasta las 22.00 horas de forma ininterrumpida, se mantendrá abierta la ermita de la Virgen de la Peña, ubicada en el enclave puebleño del Cerro del Águila, con el fin de que todos sus devotos puedan contemplar el resultado del profundo trabajo de restauración que se ha llevado a cabo, tanto en la talla de madera de encina que representa a María Santísima de la Peña como en su retablo, construido en la primera mitad del siglo XVIII y que también ha sido sometido a un importante trabajo de conservación.
Para recibirla con la solemnidad que merece, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Virgen de la Peña de Puebla de Guzmán ha organizado también para el domingo, 18 de marzo, un Viacrucis en peregrinación a su Santuario al que podrán sumarse todos sus devotos. La comitiva saldrá de la Iglesia Parroquial de la Santa Cruz, ubicada en el municipio andevaleño, sobre las 10 de la mañana y recorrerá a pie los cuatro kilómetros aproximadamente que distan de su ermita y que transcurren por senderos y parajes rurales de gran belleza paisajista.
Ya sobre las 13.00 horas y una vez que la peregrinación ha llegado al enclave sagrado, tendrá lugar una Solemne Eucaristía como celebración gozosa de la llegada de la Sagrada Imagen al municipio, en la que estará acompañada por todos aquellos devotos que la recibirán con sus tradicionales tonás, así como por una representación de las tres hermandades devotas, la Matriz de Puebla de Guzmán y las de Madrid y Huelva, dedicadas a su devoción y culto.
Labores de restauración
Desde el pasado mes de octubre se han venido llevando a cabo una serie de labores de restauración que han mantenido a la Sagrada Imagen fuera de su municipio y que se han centrado en la recuperación de la talla que, fruto de los estragos del tiempo, de la humedad, de los daños provocados por la combustión de las velas y de la acción de algunos insectos, habían provocado numerosas fisuras en la estructura de la misma, así como un oscurecimiento de la hermosa y rica policromía con la que se representa la belleza serena de esta advocación andevaleña de la Madre de Dios.
Gracias a la utilización de imágenes médicas en el estudio de estos desperfectos se ha podido llevar a cabo un exhaustivo estudio del estado de la talla y se han podido llevar a cabo con gran precisión estos trabajos de embellecimiento y de recuperación de la misma, con el fin de evitar su deterioro futuro, sobre todo en la estructura central de la Imagen, así como devolver la solemnidad y el esplendor a esta escultura en la que ven representados sus devotos de Puebla de Guzmán y de todo el Andévalo a María Santísima.
En cuanto al retablo mayor de su ermita, también han sido necesarias una serie de actuaciones con el fin de corregir las deficiencias que presentaba la estructura, que fue realizada en 1711 por el maestro Juan de Valencia con la colaboración del dorador Alonso Sánchez. La obra, realizada en madera de pino de Flandes, tallada y dorada al agua, ha requerido del desmontaje de la pieza principal con el objetivo de crear una cámara de aire entre el muro y el propio retablo que facilitara la recirculación del aire y, por tanto, que evitara el deterioro.
Además, se ha procedido también a la aplicación de un tratamiento de restauración del dorado, consistente en la fijación al soporte, limpieza y reposición de las zonas que se encontraban en peor estado, así como de ciertas labores de acondicionamiento de la peana en la que descansa la Imagen de Nuestra Señora de la Peña, entre muchas otras actuaciones.
Estas obras de restauración, a cuya financiación han contribuido todos sus devotos, se ha producido precisamente el año en el que la Hermandad matriz de la Virgen de la Peña cumple su primer centenario de historia, dedicada a cuidar y extender la devoción y la fe por la Sagrada Imagen, así como a organizar su tradicional romería con el mismo fervor y manteniendo la esencia de una fiesta que cuenta con cinco siglos de historia.
La devoción hacia la Virgen de la Peña se remonta al siglo XV, cuando un pastor de nombre Alonso Gómez, encontró dos imágenes marianas en el Prado de Osma, en el municipio de El Almendro. La tradición refiere que la Virgen se le apareció al pastor rogándole la construcción de una ermita en el mismo lugar para una de las imágenes, la Virgen de Piedras Albas, y el traslado de la otra, la Virgen de la Peña, al conocido como Cerro del Águila, en el que se asienta actualmente su Santuario y que se ha convertido en lugar de peregrinación para miles de devotos durante todo el año.