Los camellos del parque Dunar de Doñana han contribuido a elaborar el jabón de leche de camella, confeccionado con los productos naturales que se usaban en el periodo egipcio. Por entonces el jabón se utilizaba principalmente como un elemento medicinal teniendo a la piel humana como principal destinataria. Se convirtió en el antídoto indispensable para los eczemas, la psoriasis o el acné.
Fue Cleopatra Filopátor Nea Thea o Cleopatra VII, la que hizo popular la utilización del jabón de camella para su aseo personal, quedando a través de los siglos como un hábito higiénico indispensable.
El Jabón fabricado por la empresa Aires Africanos, afincada en Matalascañas, al margen de los ingredientes empleados en el año 30 a C, ha añadido la mirra, árbol que crece al noreste de África, en Arabia y en los territorios anatólicos turcos.
La leche de camella mejora la diabetes según una investigación llevada a tal efecto por la revista Diabetes Research and Clinical Practice. Se afirma “que mejora el control glucémico a largo plazo y podría reducir la dosis de insulina en pacientes con diabetes tipo 1”.
El segundo beneficio afecta a las alergias alimentarias como lo publica el Diario de la Asociación Médica de Israel.
Esta experiencia piloto de elaborar este jabón con leche de camella al genuino estilo de la más antigua usanza, tiene más un matiz romántico y anecdótico que comercial para Aires Africanos.