El Teatro Real de retransmitirá este sábado, 7 de julio, a las 21.30 horas, de forma abierta y gratuita a plazas, ayuntamientos, auditorios, museos y centros de arte y cultura de toda la geografía española, la ópera Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti.
A esta iniciativa se ha unido el Centro Cultural Los Álamos de La Antilla, que a partir de las 21,30 horas conectará en directo con el Teatro Real de Madrid para que todas aquellas personas que residen o visitan nuestra playa en estas fechas puedan disfrutar de forma gratuita de este espectáculo.
Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti (1797-1848) cuenta con Daniel Oren, en la dirección musical, y David Alden, en la dirección escénica, quienes nos transportarán a la fría y húmeda Escocia junto a un reparto en el que destacan Lisette Oropesa, Venera Gimadieva, Javier Camarena, Ismael Jordi y Roberto Tagliavini, entre otros. Con libreto de Salvatore Cammarano, basado en la novela The Bride of Lammermoor (1819), de Walter Scott, la ópera fue estrenada en el Teatro San Carlo de Nápoles el 26 de septiembre de 1835 y en el Teatro Real el 31 de mayo de 1851.
Auténtico paradigma de la ópera italiana romántica, Lucia di Lammermoor, el más logrado y célebre de la extensísima lista de dramas líricos de Gaetano Donizetti, suscitó desde un inicio admiración por hacer del canto un vehículo para conmover, y no una mera sucesión de fuegos artificiales vocales. La obra abrió al autor las puertas de París, y fue la única de las que alumbró que se mantuvo en el repertorio antes del Donizetti Renaissance que, a partir de la década de 1950, consagraría definitivamente al compositor.
La trama gira en torno a una joven enamorada que cae en la más profunda desesperación al verse acusada por su amante de traición por haberse casado, contra su voluntad, con otro hombre. Lo que el amante desconoce es que las nupcias se celebraron bajo una falsa presunción de infidelidad. El dolor que inunda a la joven la abruma hasta el punto de hacerla enloquecer, dando pie a una de las escenas más célebres de la historia de la ópera, tanto por su genialidad musical como por el nivel de introspección psicológica que revela. El ineludible trágico desenlace rubrica una obra que, sin atisbo de duda, mantiene hoy intacta su capacidad para emocionar.