Esta mañana del martes se ha presentado el curso “Escritura de novela” que dirige Andrés Nadal Mínguez de la Escuela de Escritores Escribel, S. L. Este curso al que asisten 37 alumnos ha sido “calificado magnífica de experiencia”. Acompañando al director ha estado la directora del Secretariado de la sede de La Rábida, María de la O Barroso.
Según Nadal se trata en este curso de explicar cómo se hace una novela. “Es difícil de escribir una novela, porque está compuesta por miles de piezas que hay que encajar”. Este curso es muy participativo tenemos profesionales de todas las disciplinas, arquitectos, historiadores y alumnos que ya han publicado alguna vez. Al final un especialista en análisis de novela revisará los textos de los participantes para saber cuáles han sido los errores.
Hay que saber cuáles son los errores más frecuentes que se cometen y el primero es ponerse a escribir sin planificar. “Hacer una novela implica una planificación del mismo rigor que se requiere para una obra de ingeniería; se requiere unos planos, un tipo de pensamiento lúcido y racional”. No es solamente una obra creativa que sale por la inspiración si no que la parte creativa que existe se tiene que conjugar con una parte absolutamente técnica y reflexiva que está en la base literaria, en el ADN de la obra literaria”
Nadal fue muy crítico con los medios de comunicación y especialmente con las televisiones, a los que acusó de “atontar a la gente”. Las grandes cadenas generalistas no están haciendo ningún bien a la cultura y solo podemos esperar que las cadenas locales o los medios locales hagan un buen trabajo en su ámbito de promoción de nuestra lengua, una de las más ricas que se conocen”
Si la cola más larga para comprar en la Feria del libro de Sevilla era para el libro de Belén Estaban, mal andamos, comentó.
“Hay gente que pretende escribir sin leer, lo cual es absolutamente imposible. Sin embargo, es cierto que nos sentimos amenazados porque la gente no lee y eso es una perdida enorme para el lenguaje. Incluso a veces, en los medios de comunicación, leemos algunas cosas que nos sorprenden por el bajo nivel de vocabulario, sobre todo por programas de televisión que tenemos en este país. “Creo que no hay nada más elocuente que poner la televisión”, concluyó.