Vecinos de Isla Cristina y efectivos de Policía Local se convirtieron en la mañana de este lunes, 23 de julio, en improvisados bomberos tras producirse un incendio de contenedores de reciclaje. Según ha informado el Sindicato Andaluz de Bomberos, los hechos ocurrieron en torno a mediodía, mientras los efectivos del Parque Bomberos de la Costa Occidental se encontraban inmersos en las labores de extinción de un incendio en Ayamonte.
Ante la tardanza de los bomberos, vecinos y policías locales se organizaron en una cadena humana y, a base de cubos de agua, pudieron acabar con las llamas y minimizar los daños del mobiliario urbano. Cuando las llamas habían desaparecido y la situación se controló por completo, los vecinos y los funcionarios del Ayuntamiento abandonaron el lugar y la presencia de bomberos todavía no se haba producido.
Según han asegurado desde el sindicato, «los testigos del incendio no daban crédito ante la tardanza de los efectivos del Consocio en personarse en el lugar. Los bomberos no llegaban y no iban a llegar, al menos en el tiempo debido, porque estaban trabajando en otro sito: la tan demandada “segunda salida” para la costa occidental, ni está ni se le espera».
«La segunda salida que nunca llega…»
La segunda salida como es conocida en la operativa de bomberos –y ahora en el ámbito político municipal de la zona costera- es un refuerzo de personal que permita atender dos siniestros simultáneos en lugares distintos.
Desde la representación de los bomberos se hace hincapié en que «en zonas de gran población, como la de la Costa Occidental, donde la población llega a duplicarse durante los meses de verano, una segunda salida no solo se hace necesaria, se hace imprescindible para la seguridad de todos.
Este refuerzo de recursos para épocas de gran presencia de personas, no es un capricho de los municipios o de los propios profesionales, se trata de una estrategia legalmente respaldada por los planes de protección de los municipios, donde se establecen las dotaciones mínimas de bomberos por número de habitantes, dándose la circunstancia real y contrastable de que a la Costa Occidental –al menos en verano- le corresponden un mínimo de dotaciones completas de bomberos».