El encuentro del baile flamenco con las grandes creadoras del Siglo de Oro en España llega este sábado al Castillo de Niebla con ‘Nacida sombra’, el espectáculo de la compañía de Rafaela Carrasco que constituye la propuesta de danza en la 34 edición del Festival.
En ‘Nacida sombra’ el flamenco baila en femenino plural los textos de las autoras clásicas de los siglos XVI y XVII. Cuatro cartas imaginarias escritas en distintos tiempos y lugares van hilando el diálogo entre las voces de cuatro mujeres artistas: Teresa de Jesús, María de Zayas, María Calderón y sor Juana Inés de la Cruz.
A través del baile, la música y la palabra, nos descubren sus vivencias, inquietudes, creaciones y secretos para fundar los vínculos que las unen: «la soledad como precio de la valentía, los laberintos del amor y la dolorosa búsqueda de libertad. La agonía mística de Teresa de Jesús en la celda de su convento; las intrigas palaciegas de la novelista María de Zayas en los salones de la Corte; las luces y sombras de la célebre actriz María Calderón sobre las tablas de un corral de comedias y los ensueños y polémicas de sor Juana Inés de la Cruz en su jardín exuberante. Cuatro fases de la luna, cuatro espacios, cuatro mujeres: cuatro mundos para bailar, pensar, sentir y vivir».
El hilo conductor lo conforman los propios textos de las autoras, su palabra viva: poemas, versos y textos que conviven en el cante, le dan forma y fondo a la música y dialogan con la danza y el espacio. La amplitud de la expresión flamenca permite abordar esos mundos tan diferentes y recrear sus poéticas, desde la evocación de los versos de sor Juana mediante los estilos “de ida y vuelta” hasta la austeridad y paradójica pureza del Vivo sin vivir en mí teresiano por soleá. Además, ‘Nacida sombra’ incorpora al flamenco diversas referencias de la música popular de época barroca, como la folía, la chacona, el Baile de Marizápalos, el romance o el villancico; un diálogo entre tradiciones que se relacionan a través de los siglos.
Hilvanadas por el talento coreográfico de Rafaela Carrasco, una de las grandes creadoras del flamenco contemporáneo, y por la dramaturgia de Álvaro Tato, uno de los escritores emergentes de la escena española, las voces femeninas de la literatura clásica cobran nueva vida. «Ellas mismas, las nacidas sombras, despiertan en el siglo XXI la luz de nuestra conciencia». En palabras de Álvaro Tato, ‘Nacida sombra’ es «un homenaje flamenco a la palabra viva de las artistas clásicas españolas».
‘Nacida sombra’ transcurre a lo largo de un ciclo lunar : «Cuatro cartas bajo la luna. Cuatro mujeres creadoras. Un hilo invisible que las une a nosotros», explica Tato, responsable de la idea original y la dramaturgia. Las coreografías de grupo exploran la relación entre las cuatro formas de mirar el mundo de las cuatro artistas clásicas; las bailaoras adoptan distintos rasgos expresivos y provocan una “colisión de lenguajes” mientras los espectadores escuchamos las cartas que se dirigen; además, crean distintos ambientes y espacios dramatúrgicos con los movimientos, que dan paso a cada uno de los solos, bailados sobre poemas que se cantan.
En ocasiones, las bailaoras son palabras danzadas. Otras veces son espacios mentales e imaginarios de las autoras en su esfera social, humana o creativa: las visiones místicas, los inquisidores que asedian, los cortesanos que conspiran, el público que exige. Y en los solos, encarnan a cada una de las cuatro autoras con sus conflictos personales, su búsqueda de libertad y verdad desde enfoques y mundos distintos.
Un ciclo lunar y la esencia del flamenco para cuatro creadoras
Teresa de Jesús es la luna nueva: la ausencia de reflejo, la constancia de un vacío que se llena con el espíritu del que lee, del que mira o siente. «La sombra pura, de la cuna a la tumba. El corazón de nuestro espectáculo, de nuestra danza de mujer nacida sombra». Elegimos el compás de soleá, el movimiento interior, la inmanencia del gesto. El ritmo seco, la anatomía limpia y el verso claro.
María de Zayas es la luna creciente, guerrera, pujante. Seleccionamos diversos fragmentos de sus novelas y versos entresacados de su obra narrativa, para delimitar un mundo literario movido por las tensiones de la conciencia y un erotismo en ocasiones oscuro y terrible. De ahí el desgarro de la seguiriya pero también la potencia de las bulerías, las fuerzas casi eléctricas que recorren un solo siempre vigilado de cerca por los rígidos estamentos cortesanos en los que Zayas desarrolló una obra fiera y fascinante.
María Calderón, “la Calderona”, es la luna menguante, seductora, con visos de luna arábiga; el velo, aura o luar nublado desdibuja su figura e insinúa su misterio sin mostrarlo del todo. Al igual que el propio personaje histórico, el tratamiento escénico parte del ocultamiento, de la leyenda, de la sensualidad y, por supuesto, de la propia danza que la artista hizo célebre en su tiempo, la llamada danza de Marizápalos, que fue motivo de escándalo y regocijo para la sociedad tan ambigua y contradictoria de la España áurea. Los tangos flamencos se prestan a este juego de mareas que vienen y van, a esta sensualidad contenida, y nos llevan a la atmósfera festiva del teatro de corral de comedias.
Juana Inés de la Cruz es la luna llena, pletórica, deslumbrante, en la plena noche estrellada del barroco flamígero. Creamos para ella el mundo de colores explosivos, de belleza popular mezclada con enrevesamiento selvático, y la danza y las palabras nos llevan a su jardín de flores, a su obra luminosa y certera, a su finura e inteligencia. Esta luna nos lleva sin remedio a los estilos flamencos de ida y vuelta, donde podemos desarrollar el esplendor americano de su palabra alucinatoria y también la sencillez hermosa de sus villancicos.
Al terminar el ciclo, cerrando la rueda de fases de la luna, de vuelta a santa Teresa, habremos recorrido como espectadores la historia y sucesos de las cuatro artistas, las principales joyas de sus obras literarias y las diversas esencias de los estilos flamencos.
Con la voz en off de Blanca Portillo en las cartas, el cuadro de baile de ‘Nacida sombra’ está formado por Rafaela Carrasco, Florencia O´Ryan, Blanca Lorente y Paula Comitre, y el elenco musical por las guitarras de Jesús Torres y Juan Antonio Suárez “Cano”- y los cantaores Antonio Campos y Miguel Ortega.