(Firma: Comunidad de Propietarios Pinos del Odiel) Los vecinos de Ciparsa, mediante la colocación de un cartel a la entrada de la urbanización, han iniciado una campaña de denuncia de las condiciones tercermundistas de sus calles, fruto del engaño continuado de la administración moguereña.
La Comunidad de Propietarios Pinos del Odiel, durante los últimos seis años, ha mantenido reuniones periódicas con el gobierno municipal de Moguer para la urbanización integral de sus parcelas, que todavía después de más de 50 años no tienen la categoría de solares urbanos, para legalizar su obligada edificación.
Durante este largo tiempo, el señor alcalde de Moguer ha pedido con cuentagotas que se le resolvieran una serie de problemas, ante la promesa de que después de cada corrección se iba a proceder al cumplimiento del convenio, y ante cada solución nos sacaba un problema nuevo y un retraso en el futuro expediente de contratación de las obras de urbanización de las calles.
Ante esta situación y las condiciones inaceptables interpuestas por el alcalde, los representantes de los vecinos afectados han decidido iniciar una campaña de visibilización de los gravísimos problemas de salud ambienta y urbanísticos que están sufriendo.
Estos problemas pasan por las conducciones de agua potable, de fibrocemento (uralita), mantenidas sin los correspondientes protocolos de seguridad ambiental y sanitarios para proteger a los vecinos del cancerígeno amianto; por las fosas sépticas individualizadas que contaminan el suelo y agua de todos sus habitantes; por la falta de alumbrado público e inseguridad de sus calles; por cables eléctricos aéreos obsoletos y deteriorados en una arcaíca urbanización del tercer mundo; por aceras intransitables e inaccesibles para discapacitados; por calles inundables por la lluvia en invierno y por la no existencia de bocas de riego contra incendios, obligatorias por ley en toda la urbanización.
Por todo lo expuesto, llevaremos nuestras reivindicaciones a todos los organismos que procedan, tanto españoles como europeos, de acuerdo con las leyes actualmente, considerando que nuestros derechos sean respetados y podamos vivir decentemente, como cualquier persona en un país civilizado en este siglo XXI.