El sindicato CSIF ha recabado datos sobre la especialidad de Fisioterapia y Rehabilitación en la provincia onubense precisamente cuando el 8 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Fisioterapia. Según la central sindical, en el SAS (Servicio Andaluz de Salud) trabajan solamente 48 profesionales (23 en los hospitales de la capital, 9 en el área de Gestión Norte y 16 en los centros de salud del resto de la provincia) cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de un fisioterapeuta para cada 1.200 habitantes. Esto supone un déficit de 350 profesionales en Huelva para llegar a la cifra de 400 y, de esta forma, poder cumplir con la ratio.
Esta “alarmante” falta de plantilla se traduce en una media de 30 pacientes por día, una cifra “desproporcionada para poder prestar una asistencia de calidad”. Paralelamente, los médicos de Atención Primaria sólo pueden derivar pacientes directamente a los fisioterapeutas -explica CSIF- “bajo los estrictos criterios de exclusión de un protocolo” a consecuencia de la falta de personal. Esto supone que desde que un paciente es visto por su médico hasta que se le aplican los tratamientos de rehabilitación se superan los cuatro meses, dos en los casos más urgentes.
Esta situación, que el sindicato califica de “insostenible”, está provocando que más del 80% de los profesionales colegiados esté ejerciendo en el ámbito de la sanidad privada. A esta falta de personal se suma la escasez de dotaciones y medios convirtiendo la Fisioterapia y la Rehabilitación en la provincia de Huelva en un servicio “precario y obsoleto”.
Las ondas de choque y magnetoterapias son algunos de los procedimientos antiguos y descalificados por los estudios científicos que se utilizan a día de hoy en el SAS como tratamientos genéricos en casi todas las patologías. CSIF indica que “frente a esto, los profesionales del Servicio Público Andaluz se pagan de su bolsillo la formación para seguir avanzando al mismo ritmo que lo hace la Fisioterapia, que ha desarrollado técnicas con medios a muy bajo coste y de muy buenos resultados como puede ser la Electrolisis Percutánea Intratisular (EPI), entre otras muchas, que no se pueden aplicar en la sanidad pública tanto por la falta de medios como por las restricciones del propio sistema”.
Por otra parte, los fisioterapeutas no tienen acceso al sistema DIRAYA, donde se encuentra la historia clínica de los pacientes, por lo que no pueden comunicarse con los servicios de rehabilitación de los hospitales. Cada quince días, especialistas tienen que pasar por los servicios de rehabilitación ubicados en los centros de salud de la provincia para obtener información; además, ven a pacientes que ya tienen un tratamiento prescrito por lo que no pueden realizar un tratamiento personalizado de su evolución.
Por todo ello, “si a la falta de tecnología informática, a la falta de medios específicos para los tratamientos y a la falta de personal le sumamos que los profesionales no son sustituidos en sus vacaciones, permisos y licencias, obtenemos como resultado lo ineficaz del sistema público de rehabilitación que hace que los pacientes hagan un uso cada vez más frecuente de las consultas privadas, algo que supone un sobrecoste para los pacientes y un ahorro económico para el SAS”, lamenta CSIF.
Finalmente, el sindicato quiere lanzar un mensaje de apoyo para estos profesionales conmemorando el Día Mundial de la Fisioterapia que se celebra el próximo sábado día 8 y exige a la Administración “un plan urgente de inversión para esta especialidad valorando a los trabajadores y, sobre todo, pensando en los cientos de pacientes que necesitan un tratamiento de rehabilitación”.