¿En qué consiste el concurso de acreedores? ¿Por qué fases hay que pasar? ¿Quién puede pedirlo? Contestamos todas tus preguntas.
Cuando alguien levanta una empresa seguro que nunca piensa en que pueda estar en circunstancias tan complicadas que no pueda pagar a sus proveedores y empiece a endeudarse más de la cuenta. Al abrir una empresa se piensa en las estrategias para llegar al éxito no en lo negativo.
Pero el mundo empresarial es muy complicado y, a veces, debido a circunstancias, malas épocas o malas decisiones puede que una empresa se endeude tanto que tenga que entrar en concurso de acreedores.
Esto ocurre cuando la empresa se declara insolvente y no puede pagar a las personas a las que les debe dinero. Entonces, para proteger la empresa, su actividad y que los acreedores puedan cobrar se entra en el concurso de acreedores. Esto garantiza que el negocio pueda continuar y que, poco a poco, pueda salir del endeudamiento.
Aquellos que tienen una empresa y que pueden verse en una situación parecida tal vez quieran conocer las fases del concurso de acreedores por si llegara este momento.
Las fases de las que consta el concurso de acreedores
Cuando una empresa va a entrar en concurso de acreedores se va a enfrentar, como norma general, a tres fases.
La primera es realizar los trámites en la que la empresa se declara en concurso de acreedores. Durante esta fase se nombrará a un administrador concursal que será la persona encargada de hacer un informe sobre la empresa y tiene la capacidad, otorgada por el juez, para sustituir a los directivos.
La siguiente fase será la poner encima de la mesa una propuesta para poder hacer frente a los pagos a los acreedores. La persona que debe puede hacer una propuesta antes de entrar en el concurso lo que haría, si los acreedores responden favorablemente, que la empresa no entre en concurso de acreedores.
La última fase tiene que ver con la liquidación. Una solicitud que puede venir por parte de la empresa deudora, de algún acreedor o por la administración concursal.
Dos tipos de concurso de acreedores
No existe un solo concurso de acreedores, dependiendo de quién haga la solicitud del mismo. Como norma general, y por el bien del empresa, los mismos que la dirigen ante una mala situación económica que les lleve a no poder hacer frente a los pagos hacen una declaración de concurso de acreedores voluntario. Ellos mismos se presentan al concurso y las medidas para proteger tanto a la empresa como a los acreedores empiezan a funcionar.
Pero en ocasiones no es la empresa la que presenta esta declaración y lo hace un acreedor. En este caso se considera el concurso necesario.
Este concurso trae muchas ventajas a la persona que lo presenta pues en el caso de que la empresa deudora no puede pagar la totalidad de las deudas, el acreedor que lo haya presentado se llevará más porcentaje que el resto de acreedores. También se obliga a los administradores de la empresa deudora a responder con su patrimonio para poder pagar las deudas en caso de que los bienes de la empresa no sean suficientes.
Todo esto protege al acreedor que, incluso en el caso de no poder recibir la totalidad de la cuantía de la deuda, verá como un alto porcentaje de la misma si se le devuelve.
Hay un orden a la hora de cobrar
Todo debe estar bien organizado y a la hora de cobrar será igual. Todos querrán cobrar sus deudas pero para ello tendrán que esperar a que les llegue el turno.
Los primeros que verán como se salda sus deudas son los que están dentro del grupo conocido como créditos contra la masa. Estos son los créditos contraídos durante el concurso de acreedores. Después se pagarán las deudas contraídas antes del concurso y finalmente el resto de acreedores.
