Bernardo Montoya, detenido como presunto asesino de la joven profesora Laura Luelmo, ha confesado ser el autor del crimen. Fuentes de la investigación han confirmado que a primeras horas de la mañana de hoy ha confesado ser el autor de la muerte de Laura, en presencia de su abogado. Inicialmente, en el interrogatorio al que ha sido sometido, había negado ser el asesino de la profesora y dio varias versiones que resultaron ser imposibles. Finalmente, tras caer en varias contradicciones por la presión de los interrogadores, Montoya ha terminado confesando que discutió con Laura, la golpeó, la metió en el maletero y arrojó su cuerpo en el lugar donde fue encontrado.
Así, en una de sus últimas versiones, Montoya ha llegado a decir que todo empezó cuando Laura se acercó a él, que se encontraba en la puerta de su casa, para preguntarle por la dirección de un supermercado. El asesino confeso asegura que le dio una dirección falsa con la intención de que la chica se dirigiera hasta un callejón sin salida. Cuando Laura llegó al lugar indicado, Montoya la estaba esperando. Acto seguido, golpeó su cabeza contra el maletero de su vehículo, cayendo la joven al inconsciente al suelo. Con una cuerda, Bernardo le ató las manos y la metió en el maletero de su coche para llevarla hasta el lugar donde fue encontrada muerta días después con el propósito de violarla, pero al no conseguir desnudarla, desistió y huyó. Montoya ha asegurado que Laura estaba viva en ese momento.
Los investigadores deducen de la confesión de Montoya que la joven no estuvo secuestrada, aunque las últimas noticias que se tuvieron sobre Laura eran del miércoles por la tarde y la muerte, según la autopsia, se produjo entre los días 14 y 15 (viernes y sábado).
A las 12.15 horas, la Guardia Civil ha procedido al traslado de Bernardo Montoya desde la Comandancia de Huelva hasta El Campillo, donde se pretenden hacer una reconstrucción de los hechos.
1 comentario en «Bernardo Montoya reconoce que asesinó a Laura Luelmo»
Vaya con la justicia dentro de nada soltarlo para que lo haga otra vez. Prision permanente sin revisión.