Agentes de la Guardia Civil han encontrado objetos y restos que podrían ser claves para el esclarecimiento del asesinato de Laura Luelmo. El primero de ellos se trata de una manta con restos de sangre que, según fuentes de la investigación, ha sido hallado en el punto kilométrico 167 de la N-435, cerca de Las Mimbreras, el paraje donde apareció el cuerpo sin vida de la profesora zamorana. Por otro lado, en el cementerio de El Campillo también se ha hallado una bolsa de plástico que contenía en su interior las llaves del coche y del domicilio de la joven, un monedero y enseres de higiene personal.
Recordar que el autor confeso de su asesinato, Bernardo Montoya, agredió sexualmente a la joven profesora, según ha revelado la autopsia y han dado a conocer fuentes de la investigación. La autopsia contradice de esta manera la declaración de Montoya, que ha reconocido tan solo que intentó agredirla sexualmente pero que no lo consiguió, por lo que la golpeó y la dejó en el campo.
El resultado de la autopsia, de la que ya se sabía este martes que había determinado que la muerte se produjo por un golpe en la cabeza y que tuvo lugar entre los días 14 y 15, es decir, entre dos y tres días después de la desaparición de Laura, se ha dado a conocer en la tarde de este miércoles, después de que Bernardo Montoya admitiera ante la Guardia Civil que había asesinado a la joven.
El asesino confeso de Laura continúa hoy jueves en dependencias de la Comandancia de Huelva, donde permanece desde este miércoles por la tarde tras acudir a una reconstrucción de los hechos en El Campillo, y, según fuentes de la Guardia Civil, no está previsto ningún traslado del mismo. En cuanto a la disposición judicial, la fecha límite de entrega ante la juez encargada de la investigación se cumple mañana viernes, en torno a las 13.00 horas.