Tensión, momentos de gran tensión los que se han vivido este viernes en las puertas de la Comandancia de la Guardia Civil, por cuya puerta principal ha sido conducido el autor confeso del asesinato de Laura Luelmo hasta un vehículo para ser conducido hasta Valverde, donde ha pasado ya a disposición judicial. Un grupo de personas, medio centenar aproximadamente, que esperaban en la puertas de la Comandancia han intentado agredir a Bernardo Montoya y los gritos de ‘Asesino’ han resonado con más fuerza que nunca.
El juzgado de instrucción número 1 de Valverde del Camino tendrá ahora que determinar la situación en la que queda Montoya, aunque dada la multitud de pruebas en su contra y su propia confesión, el juez decretará prisión incondicional sin fianza en tanto se realiza la instrucción.
Montoya fue detenido el pasado martes y fue trasladado inicialmente al cuartel de la Guardia Civil en Valverde del Camino, desde donde posteriormente fue conducido a la Comandancia de Huelva. Fue ya en Huelva cuando, al día siguiente, confesó que él había matado a la joven profesora, aunque negó que la violara y aseguró también que la abandonó en el campo cuando aún estaba viva.
La investigación y la autopsia han revelado que Montoya ha mentido en la declaración, ya que se ha determinado que Laura Luelmo sufrió una agresión sexual. La autopsia también ha concluido que la muerte se produjo entre dos y tres días después de su desaparición, aunque este extremo sí que puede tener explicación con lo dicho por el acusado, ya que el golpe que recibió la pudo dejar inconsciente y no provocarle la muerte de manera inmediata.
En la casa de Montoya se han encontrado numerosos restos de sangre, a pesar de que intentó eliminarla limpiando con lejía y ayer jueves se encontraron los investigadores una manta con restos de sangres en el kilómetro 167 de la N-435, muy cerca del paraje de Las Mimbreras, que fue donde este pasado lunes fue encontrado el cuerpo y ropa de la joven Laura por parte de un voluntario que participaba en la búsqueda.