(Firma: Carmen Ramos) No recuerdo quien lo dijo, pero es una cita que he escuchado muchas veces y que otras tantas he usado. La frase en cuestión viene a decir que durante toda su vida un poeta siempre escribe el mismo poema, intentado así encontrar aquellas palabras que mejor expresen eso que siente. Así visto una parece más bien un alter ego de Sísifo,cuando en realidad es una paciente obrera que se sienta las mañanas y las tardes que puede a tejer un nuevo poema o un nuevo libro, aunque al final acabe sucumbiendo al encantamiento de esa moderna Circe que son las redes sociales y sus notificaciones.
Os cuento todo esto porque el libro del que hoy os quiero hablar contiene en realidad un único poema, pero que como las ramificaciones de las neuronas – que tan bien dibujo Cajal en sus estudios sobre el sistema nervioso – va creciendo, creciendo y creciendo hasta conformar un retrato acertado y crudo de nuestra realidad. El libro en cuestión se llama “El vertedero” y su autora es Juana Marín y llegó a mis manos por recomendación de su editora, Lidia López Miguel. Como nunca había oído hablar de Juana me fui inmediatamente a la solapa a por su biografía. Cuál fue mi sorpresa al encontrar solo una palabra: “Anónima”. Después de mucho tiempo me enfrentaba a un libro totalmente a ciegas: no tenía ninguna relación con la autora, no sabía a qué se dedicaba ni tampoco nada de su obra anterior, sus premios o sus colaboraciones. Podría haber buscado en Google, ¿verdad? Pues no lo hice. “Vámonos, Carmen” me dije a mi misma. Y entonces leo el poema de Juana, el que abre el libro y que luego como en un juego de muñecas rusas se va desgajando para llegar hasta el verso final: “De la misma tierra vertidos y hacia la misma.” Fin. En todo ese recorrido de cuarenta y nueve páginas, Juana Marín nos va colocando un espejo enfrente, no es solo su voz la que está ahí: es la voz de los otros, los nuevos “nadies” que tan bien retrató Eduardo Galeano, pero que ahora resultan que tienen formación, ganas, ideas, necesidades… pero que a los que nadie escucha. Ellos son los habitantes de ese vertedero donde vamos acumulando y a la vez vamos olvidando. “Nadie quiere ser nadie, este es el verdadero margen, coincidimos” llega a decirnos con claridad. No creo equivocarme si digo que como a Nélida Piñón, también Juana Marín escribe porque el verbo produce en ella“desasosiego, afila los mil instrumentos de la vida”.
Más allá del tema tratado, “El vertedero” destaca sobre todo por la forma de contarlo: es un poemario trabajado, al que se le notan las horas que lleva a sus espaldas, donde Juana nos muestra su conocimiento del lenguaje, la capacidad para usar la palabra más allá de su significado, el amor por la poesía que la lleva a escribir un poema. Un único poema. Pero qué poema, señoras y señores, qué poema.
“El vertedero”, de Juana Marín está editado por Lastura Ediciones.
1 comentario en «CERCA DE LA LETTERA: Escribir un único poema»
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