Preocupa en la FOE que Huelva siga siendo la segunda provincia en Andalucía donde la tasa de desempleo es más elevada, alcanzando un 22,79, convirtiéndose además en la tercera de España en ese mismo ránking, sólo superada por Cádiz y Badajoz. Y todo ello a pesar de que el paro bajó en Huelva en 1.800 personas, cerrándose el año con 53.900 desempleado, según los últimos datos que registra la Encuesta de población Activa (EPA) y que acaba de publicar este martes el Instituto Nacional de Estadística.
La Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al cuarto trimestre del 2018, pone de manifiesto la elevada tasa de paro que se da en nuestra provincia, de ahí que la FOE siga insistiendo en seguir ahondando en reformas estructurales que impulsen la actividad económica, y ayuden a la competitividad de las empresas, reforzando su capacidad de adaptación y de creación de empleo. Dichas reformas deben nacer en el marco del diálogo y la concertación social con el fin de facilitar su eficacia y puesta en marcha.
Urge en Huelva, por tano, la puesta en marcha de un plan de reindustrialización que devuelva al mercado laboral los miles de puestos de trabajo que se han perdido en los últimos años como consecuencia de la crisis, especialmente en el sector naval e industrial y que debería estar acompañado con la dotación presupuestaria adecuada para acabar con las carencias en infraestructuras que desde todos los ámbitos se reclama.
Además, según la FOE, los esfuerzos deben centrarse en dotar a las empresas de un marco normativo adecuado y estable. De esta forma, deben impulsarse medidas de flexibilidad que mejoren la competitividad y su capacidad de adaptación al ciclo económico, evitando, por un lado, las cargas administrativas y fiscales, y por otro, los incrementos de los costes laborales que no deriven de la dinámica de la negociación colectiva.
Asimismo, no cabe duda de que para continuar esta mejora del mercado laboral es necesario incrementar la competitividad, a lo que no ayuda aumentar los impuestos sobre las empresas. Además, es preciso garantizar un marco de estabilidad económica, social, política e institucional, superando las situaciones de incertidumbre, que permita consolidar las decisiones de inversión y potenciar la creación de empleo.