De manera general a lo largo del invierno, y especialmente ante las bajas temperaturas de las últimas semanas, Cruz Roja, dentro del Proyecto de Atención Integral de Personas sin Hogar, refuerza su intervención para mejorar la situación de las personas que viven en la calle, principalmente a través del trabajo de la Unidad de Emergencia Social (UES), que en Huelva realiza cerca de 4.000 intervenciones cada año.
En concreto, durante los meses de diciembre, enero y febrero, y siempre que se produce una alerta extraordinaria, la UES, que ya se define de partida como un proyecto de reducción de daños y riesgos, intensifica su labor, ampliando horarios de los equipos de calle y unidades móviles, incrementando y adaptando las ofertas de estos equipos: mantas, sacos de dormir, esterillas, comida caliente, así como ampliando también las ayudas que se pueden ofrecer para casos muy vulnerables y reforzando la coordinación con el resto de entidades y organismos públicos. Además, en los días de más frío, el equipo, integrado habitualmente por 5 personas voluntarias, ha estado a acompañado por una ambulancia de Cruz Roja, para atender posibles situaciones de emergencia.
La Unidad de Emergencia Social de Huelva está integrada por más de 40 voluntarios y realiza su trabajo tres veces por semana –si no hay situaciones de emergencia-, entre las 21.00 y las 02.00 horas de la madrugada, horas en las que recorre las calles de Huelva y su entorno para localizar a personas sin hogar, que suelen pasar la noche en cajeros automáticos, soportales, casas abandonadas y precarios refugios a la intemperie en las afueras de la capital. La UES recorre más de una veintena de puntos fijos, donde atiende en cada salida a alrededor de 30 usuarios, a los que se suma un número variable de transeúntes de paso por la ciudad.
Los objetivos fundamentales de este equipo de intervención social pasan por cubrir las necesidades básicas de las personas sin hogar, llevándoles alimentos, productos de higiene y mantas para que tengan algo seguro que comer y para protegerse del frío. Además, los voluntarios y voluntarias escuchan sus necesidades, ofrecen apoyo psicosocial y les informan sobre los programas de Cruz Roja a los que pueden acudir para intentar mejorar su situación, así como sobre los servicios sociales de otras instituciones a los que también pueden recurrir.
Las personas voluntarias de la Unidad de Emergencia Social de Huelva recorren todos los puntos de la ciudad donde suelen refugiarse las personas sin hogar. Se hacen rutas por el Parque de las Palomas y la Estación de Autobuses, se recorre toda la avenida del Molino de la Vega, hasta los límites de la capital con el Puente de Punta Umbría, se acude al Polígono La Paz y no se olvida el centro de la ciudad, especialmente la Plaza de las Monjas y la calle Concepción, donde muchas de estas personas deambulan en busca de alguna limosna. Con estas rutas, el equipo trata de cubrir todas las zonas donde pueda haber personas que necesiten ayuda.
Asimismo, el voluntariado de la UES van más allá de sus propias funciones de calle y busca edificios ocupados por personas en situación extrema y, aunque no pueden entrar, tratan de contactar con ellos, informales de los puntos en los que van a repartir alimentos y acercarles toda la atención posible para que puedan afrontar un duro día a día.
INTERVENCIÓN A NIVEL NACIONAL
Cruz Roja viene reforzando desde hace más de quince días su programa de Atención Integral a Personas Sin Hogar ante la bajada de las temperaturas. “Se han ampliado los horarios de los equipos de calle y las unidades móviles, incrementando las salidas y los recursos de estos equipos con más mantas, sacos de dormir, esterillas y comida caliente., destaca Almudena Echevarría, responsable del Programa de Personas sin Hogar de Cruz Roja.
Las Unidades Móviles están compuestas por equipos de diferentes disciplinas y cuentan con importante presencia de voluntariado: más de 2.000 personas voluntarias de Cruz Roja participan en esta actividad en la actualidad. La clave para estos equipos es acercar a las personas sin hogar un servicio que garantice una respuesta rápida frente a situaciones de emergencia social que sirva de puente entre la calle y la red de atención.
Café caliente, comida, abrigo, materiales de aseo e higiene, atención sanitaria y escucha, mucha escucha y acompañamiento son las principales respuestas de los equipos que componen las Unidades Móviles de Cruz Roja en sus labores de apoyo a las personas que viven en la calle.
Cruz Roja cuenta también con otros dispositivos como centros de día, centros de higiene, albergues o pisos de emergencia para responder ante la bajada de temperaturas y mantiene también puntos fijos que actúan como espacios de referencia donde las personas sin hogar pueden acudir y recibir atención social.
En varias ciudades, Cruz Roja habilita además los ‘espacios de calor’ o ‘alojamientos de urgencia por frío’ en sus sedes locales para que las personas sin hogar tengan un refugio temporal, o ‘puntos de encuentro’, espacios de acceso informal para las personas sin hogar, sin necesidad de cita u otros requisitos.
“Las personas sin hogar viven numerosas situaciones donde ven comprometida su integridad física y psíquica, y sufren graves vulneraciones de derechos como consecuencia de vivir en la calle, como el derecho a la intimidad o a la seguridad personal, entre otros. Especialmente dura es la situación que sufren las mujeres sin hogar, más expuestas a episodios de violencia, abusos, discriminación o falta de adaptación de los recursos existentes a sus necesidades” destaca Almudena Echevarría.
Cruz Roja colabora activamente con los planes y protocolos para personas sin hogar que se ponen en marcha por parte de las diferentes administraciones en estas épocas del año.
“Estas medidas de refuerzo son necesarias en estos momentos; sin embargo, no podemos olvidar que las necesidades de estas personas especialmente vulnerables siempre, persisten durante todo el año”, recuerda Almudena Echevarría
A través de estas intervenciones, Cruz Roja Española atiende anualmente a más de 14.700 personas sin hogar.