(Firma: Paco Velasco) No se asusten. O sí y más. Me refiero al señor Fernández Fiscal, secretario de una quisquecosa y sumo pope de otra en el Psoe de Huelva. Desde que el Pp arrebatara a su partido la presidencia de la Junta de Andalucía, el hombre, al igual que su politiquísima organización, anda de esquina en esquina llorando por la pérdida de tan preciada institución, refugio de tantos conmilitones. Ahora, muchos vividores chupadores de la mamandurria orgánica están desolados. Su gran fuente de manejo y de manipulación ha caído en manos del gran rival de la derecha que, para colmo de desgracias, tiene la decisión de cumplir con su promesa de bajar los impuestos.

Así no se puede seguir, parece decir el plañidero señor Fernández Fiscal, mientras lanza dardos envenenados contra el desposeedor de tantas prebendas, sinecuras y chollos. Las elecciones finiabrileñas pueden provocar mayores males al partido clientelista por antonomasia de entre los que cabalgan a lomos de la mula electoral. Si pierden el Ayuntamiento capitalino, malo. Si, además, son desahuciados legalmente del estandarte de la Diputación Provincial, la crisis amenaza con inundar las sedes psoecialistas y mandar al paro a gente que, hasta ahora, vivían con tal tren de vida que ríanse del compartimento VIP del AVE Madrid-Barcelona.

A fin de que el descalabro no se produzca, Fernández Fiscal y compañía meten la palanqueta a los presupuestos del recién estrenado presidente de la Junta, señor Moreno. Urgen al neófito máximo gobernante andaluz que deje de ocultar estos presupuestos y que los muestre antes de las elecciones. O sea, apenas mes y medio después de la toma de posesión, el señor Fiscal exige al señor Moreno lo que en tropecientos años de mangoneo unilateral nunca reclamó a sus compañeretes de San Telmo: desde Escuredo hasta Susana pasando por los inigualables Chaves y Griñán.

Y lo reclama él, que lleva en la pomada municipal y provincial la tira de años sin que la tortícolis afecte su inveterado gesto de mirar a otra parte o sin que el sujeto alumbre, siquiera con cirio semansantero, la fúnebre oscuridad que ha caracterizado los contratos firmados con los “salvadores” del Recre. Fiscal. Que tributario es otra cosa. Fernández Fiscal, el gran generador de crepúsculos informativos, exhorta hacer al Pp lo que el Psoe nunca hizo en casi cuarenta años de dictatorial uso de la Junta que creían de su propiedad. Los hay con jeta.