Cruz Roja Huelva se suma a la conmemoración del Día Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, este año bajo el lema ‘Por Humanidad’, con el que se pretende situar a la persona como centro de toda la actividad de la Organización: la persona vulnerable es la razón de toda esa labor y también la persona voluntaria y solidaria es su esencia y pilar fundamental.
La Cruz Roja y la Media Luna Roja de 190 países trabajan cada día para seguir fortaleciendo su conexión con las comunidades, al tiempo que forja alianzas en el plano local y mundial que propicien la paz, salud y el bienestar, el desarrollo socioeconómico sostenible, el cuidado del entorno y los ecosistemas, la pobreza energética y la reducción de las desigualdades, entre otras tareas que en la provincia onubense hacen posible las asambleas de Aracena, Ayamonte, Bollullos, Cartaya, Cortegana, San Bartolomé, Moguer, Isla Cristina, Valverde, Nerva, Lepe y Huelva, desde las que en 2018 se prestó atención a más de 58.000 personas vulnerables, gracias a un equipo de casi 100 personas, acompañadas por 4.330 voluntarios y voluntarias y 11.470 socios y socias.
Este año, Cruz Roja dedica la conmemoración del Día Mundial a destacar la motivación solidaria y humanitaria, para contribuir a que cada persona que sufre alguna adversidad tenga la oportunidad de disponer de condiciones de vida diga, por el mero hecho de serlo, al margen de cualquier circunstancia. Para dar visibilidad a estas metas, se llevarán a cabo diferentes acciones de concienciación y participación: lectura de manifiesto y ‘voluntariado café’ en el marco del acto institucional en la Oficina Provincial de Huelva, esta tarde a las 17.00 horas; y rutas de senderismo, talleres de hábitos saludables, proyecciones de vídeo sobre distintos proyectos de la Organización, difusión de la viñeta especial de Esteban y distintas reuniones de sensibilización en toda la provincia.
Con todo ello, durante esta jornada se pretende dar protagonismo a quienes están en riesgo de pasar desapercibidas, de caer en situaciones de exclusión y vulnerabilidad como puedan ser las personas mayores, personas migrantes y refugiadas, mujeres que sufren violencia de género, personas desempleadas que se enfrentan a distintas barreras para acceder al mercado laboral, niñas y niños que viven en hogares empobrecidos, entre otras. Detrás de todas estas personas hay una historia propia y exclusiva, hay ganas de superación, pero también dificultades para poder expresar sus necesidades y que su voz sea escuchada. En Cruz Roja apoyamos a todas ellas, con el objetivo de aliviar su sufrimiento.
Cruz Roja, en la provincia de Huelva con casi 60 programas diferentes, realiza una actuación cada vez más comprometida con los sentimientos, percepciones, emociones, capacidades, expectativas, esperanzas y condiciones de vida de cada persona. Porque además de conocer y atender las necesidades materiales, es fundamental percibir y abordar otras carencias igual de vitales, como son las afectivas y las anímicas.
En este Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que se conmemora el 8 de mayo, resaltaremos también la importante labor del voluntariado como una de las fuerzas que impulsan a nuestro movimiento, cerca de 12 millones de personas voluntarias activas en todo el mundo, 4.430 de ellas en Huelva, que gracias a sus valores solidarios y humanitarios brindan apoyo a los colectivos más vulnerables. En España cerca de 200.000 personas colaboran como voluntarias.
Y con toda esta fuerza y solidaridad, ante los numerosos desafíos humanitarios que, a diario, constatamos en todo el mundo, y por circunstancias distintas, conmemoramos el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja poniendo énfasis en la urgencia de expresar y compartir un sentimiento, que siempre ha de hacer despertar nuestra conciencia: el de humanidad.
Orígenes del Día Mundial
Poco después de finalizar la Primera Guerra Mundial, Checoslovaquia (formada entonces por la República Checa y Eslovaquia) proclamaba, durante la Pascua de 1922, una tregua de tres días con el fin de promover la paz en todo el mundo. Las aspiraciones que llevaron a tomar esta iniciativa dibujaban ya lo que posteriormente se convertiría en el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (CR y la MLR).
«Nuestra Cruz Roja desea prevenir las enfermedades para no verse obligada a curarlas; quiere también preparar a nuestra sociedad a fin de evitar las guerras, en vez de tener que soportar sus graves consecuencias. Todos sabemos cuán importante es la energía moral que genera y propaga la Cruz Roja a todos los sectores de la población. Si la acción que despliega año tras año pudiera llegar al mundo entero, ¡qué inmensa obra a favor de la paz podríamos realizar!» (Henry Dunant).
Fue en 1934, durante el transcurso de la XV Conferencia Internacional de la Cruz Roja, celebrada en Tokio, cuando se aprobaron los principios y la intención de esta iniciativa; conocida como la Tregua de la Cruz Roja, se recomendó su generalización a todas las Sociedades Nacionales.
Habría que esperar hasta 1946, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial y durante la XIV Reunión del Consejo de Gobernadores de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, para llevar a la práctica la propuesta de Tokio y establecer la celebración de un día internacional en una misma fecha para todas las Sociedades Nacionales. Dos años después, en 1948, se eligió el 8 de mayo, aniversario del nacimiento de Jean Henry Dunant, ciudadano suizo que en 1863 fundó el primer Comité Mundial de la Cruz Roja en Ginebra. El día cambiaría varias veces de apelación hasta convertirse en el «Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja», que se celebró por primera vez en 1953. Cada año se selecciona un tema distinto para conmemorar el Día Mundial, consagrado a las múltiples preocupaciones de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
En la actualidad, el Día Mundial sigue siendo un excelente medio para difundir la acción humanitaria de las distintas Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, constituyendo además una conmemoración oficial que recuerda el ideal de solidaridad y ayuda mutua que reúne bajo los dos emblemas a centenares de millones de hombres y mujeres que saben hacer de la solidaridad la más bella de las virtudes.
