El izado de las banderas o distintivos Q de Calidad Turística y Ecoplaya ha tenido lugar este viernes, 19 de julio, a cargo de la alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castellano, de la concejala de Turismo, Cristina Medina, y del concejal de Playa de Matalascañas, Miguel Espina.
El acto ha contado con la presencia de parte del equipo de de salvamento y socorrismo, miembros de la Policía Local de Almonte, y diversos representantes socio económicos de Matalascañas.
En declaraciones a los medios la concejala de Turismo ha asegurado que “estos distintivos avalan la calidad turística, la salud y calidad de las aguas, la calidad medioambiental, el servicio de salvamento y socorrismo, mantenimiento del entorno y la seguridad en Playa de Matalascañas. Se trata de importantes certificaciones y distintivos concedidos por diversas entidades, tanto oficiales como privadas, tras verificar que se cumplen todos los requisitos exigidos en cada convocatoria.”
Con respecto a la no concesión este año de la Bandera Azul, Cristina Medina ha asegurado que se debe al retraso en poner en marcha una instalación que no es competencia del Ayuntamiento de Almonte, sino del Gobierno de la Nación y de la Junta de Andalucía.
1 comentario en «Banderas Q de Calidad y Ecoplaya para Matalascañas»
Yo le hubiera quitado la bandera azul hace años. ¿Por qué?. Matalascañas es una de las mejores playas de España y lo digo con conocimiento de causa por haber hecho camping por toda España durante años. Es, a todas luces, uno de los motores económicos de la zona. Debería ser respetada y cuidada por todos sus visitantes, principalmente por quienes viven en las zonas circundantes, que pueden ver afectada su calidad de vida directa o indirectamente gracias a la riqueza que produzca.
Sábados y domingos acuden muchas personas residentes en los pueblos cercanos a esta playa y es cuando más porquería se deja en la arena. Para tener bandera azul, Almonte debería hacer una campaña intensiva e urgente de concienciación de los residentes en la zona para que Matalascañas no fuera el estercolero en que se convierte estos días. Es uno de los requisitos pedidos por el organismo que concede estás banderas y, aunque se haga, sigue siendo insuficiente.
Hay también chiringuitos, que ponen música en su parte baja, que venden bebidas en vasos de plástico principalmente esos días. Por las tardes, cuando la gente empieza a irse, queda un «campo minado» de vasos y botellas de plástico. Últimamente nos están hablando insistentemente sobre el problema de los microplásticos en las aguas marinas y su repercusión sobre nuestra alimentación. Por lo que aquí ocurre parece como si este problema no fuera con esta playa, que son cosas de la televisión.
La razón de inoperancia del ayuntamiento de Almonte en este tema es, que todas esas acciones tienen que ir encaminadas a sus posibles votantes y, lo que hacen normalmente, es tomarlas con los propietarios de la urbanización con tasas de toda clase, siendo estos los que más tratan de cuidar el entorno, por la cuenta que les trae. El problema es que los propietarios suelen ser residentes en municipios distintos a Almonte y, por tanto, no son votantes potenciales, por los que se les puede «maltratar» sin peligro alguno.
Conozco la playa de Matalascañas desde el año 1972 y lo de este año ha sido una merecida retirada.