(Firma: Paco Morán) Se consumó el plebiscito tras el partido en el que el Badajoz demostró ser mucho mejor equipo que el Decano. La involución del Recre es perceptible cada semana. El equipo no tiene alma. Vemos cada domingo el parecer de un signo que se ha enquistado esta temporada.
Los que configuraron el equipo y los que destrozaron el proyecto Salmerón-Carazo deben estar tirándose de los pelos. Y es que en esto del fútbol, ir con la L en la espalda te pasa factura. Que el Recre está en las peores manos posibles, lo ve hasta mi nieto de siete años.
Porque no es justo que todos miremos a Alberto Monteagudo cuando también habría que mirar el cómo la secretaría técnica, configurada por Zambrano, Alberto y Zamora, ha gastado más que el año pasado en jugadores y estamos a un punto de los puestos de descenso a Tercera.
El Recre no tiene un problema de entrenador, sino de organización y personal burocrático no apto. La politización de la entidad ha hecho que los políticos hayan nombrado a dedo a amigos y no a profesionales del fútbol.
Y es que cuando se dispara con pólvora ajena y los errores no los pagan los que los comenten, sino los 145.000 habitantes de Huelva, poco les importa.
Pero como no podemos correr a todos a gorrazos, pues el que pagará todo esto será Alberto, un entrenador que lleva sólo cuatro meses y que no cumple su contrato hasta el 30 de junio de 2021. Esto quiere decir que para traer entrenador que se pueda sentar en el banquillo hay que finiquitar a Alberto.
Es una cantidad importante, si bien los políticos que gobiernan en el Recre y sus comisarios, son especialistas en firmar compromisos de pago para luego no cumplir. Si Alberto cae en la trampa, tal vez sea menos grave su despido económico.
Que Alberto será cesado estoy convencido, si bien no es el único culpable de una situación que ya arrancó mal desde que, teniendo un gran entrenador, un magnifico secretario técnico y una gran plantilla, los comisarios políticos decidieron acabar con todos. Tanto que acabaron hasta con el utillero y un gran preparador físico como era David Torrejón.
Y ya todos nos preguntamos que para cuando se llevará a cabo otro mangazo a los bolsillos de los 145.000 habitantes para pagar al nuevo entrenador y finiquitar a Alberto.
Y cuando se pagará a los exjugadores para que éstos retiren sus denuncias y liberar los derechos federativos por si el nuevo entrenador pide fichajes.