Los cuatro acusados por el crimen de El Campillo, en septiembre de 2016, han sido declarados culpables este viernes por unanimidad por el jurado popular. Los cuatro acusados se confesaron culpables de la muerte de forma violenta en la primera jornada del juicio, aunque sus defensas alegaron distinta participación de unos y otros en los hechos que acabaron con la vida de un hombre de 78 años, guardés de una casa en el campo.

El jurado popular entiende que los acusados son culpables de los delitos de asesinato, del delito del robo con fuerza en casa habitada, y del delito de robo con fuerza en establecimiento.

Los cuatro acusados habían reconocido los hechos aunque habían apelado a su adicción a las drogas y al hecho de estar bajo el efecto de sustancias estupefacientes. Ahora queda por saber la sentencia del juez, ya que la fiscalía solicitaba prisión permanente revisable y la acusación particular hacia lo propio para quien consideraba que era el cabecilla.

Lo más impactante de la primera jornada del juicio tuvo lugar con declaración del menor (17 años) que participó también en los hechos. Declaraba como testigo, ya que en su día fue condenado a seis años de internamiento y dos de libertad vigilada. Además de explicar con detalle como sucedieron los hechos y cuál fue la actuación de cada uno de los acusados, indicó como al llegar a Minas de Riotinto y comentar que lo que habían hecho no había valido para nada, puesto que no encontraron el dinero que pensaban, uno de ellos dijo: «Al menos nos hemos divertido». También señaló a uno de los cuatro acusados como principal agresor, ya que mientras él golpeaba al anciano los otros registraban la casa para encontrar dinero.

La fiscalía pide penas de prisión permanente revisable para los cuatro acusados de los hechos ocurridos en septiembre de 2016, mientras que la acusación particular solo solicita prisión permanente revisable para el que considera cabecilla del grupo y 43 años de prisión para los otros tres implicados. Fueron cinco los agresores, aunque uno de ellos era menor de edad (17 años) cuando ocurrieron los hechos y ya fue condenado a seis años de internamiento y a dos de libertad vigilada.

Las defensas habían pedido la libre absolución y han solicitado que, en el caso de ser condenados, se tenga en cuenta su adicción a las drogas y cuál ha sido la participación concreta de cada uno de los acusados en los hechos.