Las propuestas de varios clubes de Segunda B se siguen sucediendo durante estos días de confinamiento y la última en ver la luz y que está en vías de ser presentada ante la Federación Española de Fútbol para su estudio es la denominada Segunda B Pro, una categoría intermedia entre la Segunda división y la actual Segunda B y que estaría compuesta por 40 equipos, divididos en dos grupos (Norte y Sur).
Esta nueva categoría, Segunda B Pro, la formarían los cuatro descendidos de Segunda división de la temporada 2019-20, más los equipos clasificados entre el quinto y el décimo puesto (ambos incluidos) de los cuatro grupos de Segunda B de la presente campaña, más los doce conjuntos que jugará los ‘playoffs’ de ascenso la presente temporada (2019-20) y no acabaran ascendiendo.
Además, en el apartado económico renunciarían a las subvenciones del ‘Plan Impulso 23’ por valor de cuatro millones, que se destinarían a la categoría de Segunda B, y la venta centralizada de los derechos audiovisuales por parte de la RFEF, repartiendo el 90% de los ingresos de forma equitativa entre los 40 clubes, y el otro 10% se destinaría a proyectos para el desarrollo del fútbol. En cuanto a los patrocinadores de la competición, el 80% de los ingresos se distribuiría entre los clubes y el 20% para fines sociales de la Federación. Y también los clubes proponen implantar un mecanismo de control financiero por parte de la RFEF que sea de obligado cumplimiento.
Si esta propuesta saliera hacia delante, el Recreativo de Huelva estaría fuera de ella, ya que actualmente ocupa el puesto décimo tercero de la clasificación en el grupo IV de Segunda división B y por tanto no podría optar a la Segunda B Pro.
Otras de las opciones que están planteando los clubes es crear una liga propia de filiales (la formarían 21 equipos que actualmente juegan en Segunda B) y así se reduciría mucho los equipos actuales en los cuatro grupos de Segunda B, con lo que se podría albergar la iniciativa de la Federación de no dar descensos y sí ascensos esta temporada e incluir a los 18 equipos más que jugarían en Segunda B la próxima campaña. Los cuatro grupos rondarían los 20 equipos actuales y no se conformaría una Segunda B con cinco grupos y 98 equipos, una propuesta de la Federación a la que se niegan gran parte de los clubes actuales en la categoría de bronce del fútbol español.