Querida Sociedad Española:
Soy una maestra y madre de cuatro hijos: uno en la etapa de Infantil y tres en primaria, en diferentes cursos. Me dirijo a la Comunidad Educativa con el propósito de mostrar cómo viven mis niños la avalancha de tareas encomendadas para cada día.
Muchos de los profesores seréis padres y otros muchos no, pero creo que es muy importante que todos tengamos una idea clara de lo que ocurre en una familia cualquiera, un día cualquiera.
Los profesores pensamos en responder a órdenes superiores y hacer nuestro trabajo lo mejor posible, pero ¿cuántos de nosotros pensamos la carga que supone esto para nuestros alumnos?
La Circular de 2 de Abril de 2020 de la Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, deja bien claro que:
– El período lectivo no se ha interrumpido.
– El profesorado deberá adecuar las programaciones didácticas en lo que se refiere a contenidos, metodología y procedimientos de evaluación y calificación.
Pero también especifica muy claramente la necesidad de apoyo emocional que requiere nuestro alumnado, que ahora más que nunca, los Equipos Directivos, y Órganos de Coordinación Docente deben unificar su actuación en aras de esta atención personal y emocional de nuestro alumnado para alcanzar con éxito su proceso de aprendizaje en el contexto de la actividad lectiva no presencial.
Después de leer esto, entiendo con más claridad, el hecho de recibir tareas diariamente para nuestro hijo de 5 años, que una vez explicadas por nosotros y realizadas por el niño, hay que escanear, subir a la nube y enviar como archivos adjuntos al e-mail o la plataforma virtual escogida en cada caso por el tutor/a, esto en el caso de la etapa de Infantil, ahora vayamos sumando los diferentes cursos de Primaria para sus tres hermanos:
– Tareas del tutor/a
– Tareas de alguna asignatura troncal que por motivos de horario la imparte un profesor/a diferente al tutor/a
– Tareas de Inglés
– Tareas de Francés
– Tareas de Educación Física
– Tareas de Música
– Tareas de Religión o en su defecto Atención Educativa
Con el consiguiente trabajo digital para descargar archivos en pdf, convertirlos para poder editarlos después o imprimir si aún nos queda tinta en la impresora, escanearlos, subirlos, como no a la nube, adjuntar dichos archivos y enviarlos a cada uno de los profesores de las asignaturas anteriormente citadas y todo ello con una fecha de entrega que presiona aún más la realización de las mismas.
¡Es una locura! Estamos encerrando a nuestros hijos dentro de otro encierro que ya es bastante duro por sí mismo.
Ayer nuestro hijo mayor se echó a llorar y no fue por el hecho de estar confinado, de no poder jugar en el parque, de no ver a sus abuelos ni a sus amigos, fue porque no le daba tiempo de terminar las tareas, cuando su único descanso había sido una hora para almorzar y media para merendar.
Me siento en la obligación de hacer llegar esta reflexión al mayor número posible de personas, compañeros y compañeras de profesión, nosotros somos los únicos que podemos hacer algo para cuidar el equilibrio emocional de los niños en estas edades.
Nosotros como adultos lo estamos sufriendo, por favor pongámonos en el lugar de los más pequeños aportando nuestro granito de arena para hacerles más llevadera esta situación de la que estoy segura que se acordarán toda su vida.
(Firma: R.V.B.)