Un ciudadano de Cartaya puso en conocimiento de la Guardia Civil días atrás que tras disponerse a iniciar la marcha con un vehículo de su empresa observó a una culebra acceder al motor por una de las la aletas delanteras hacia el interior del capó.
Una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, al llegar al lugar, inspeccionó el vehículo, localizando al reptil alojado en un hueco entre el motor y la aleta, por lo que tras desmontar los protectores del vehículo, uno de los agentes logró acceder al animal extrayéndolo al exterior sin provocarle ningún daño.
La culebra presentaba una longitud de un metro y medio y pertenecía a la familia de Lamphophiidae, más conocida como culebra bastarda. El agente la trasladó a escasos metros del lugar, devolviéndola a su hábitat natural junto a la orilla del río piedras.