(Firma: Sara Dominguez) Los cigarrillos electrónicos llevan en el mercado más de una década. El sector ha pasado en este tiempo por todo un trasiego de momentos duros salpicadas con épocas de importante crecimiento.
La idoneidad o no de este producto sigue muy presente y es cuestión de debate entre expertos, profesores universitarios, facultativos y profesionales del sector que se enfrentan a opiniones encontradas y a un tema de difícil solución, la diferencia de regulación en unos países y otros.
Durante el pasado verano se produjo una epidemia de casos que afectaron gravemente a la salud de más de 2.000 personas con casi 40 muertes asociadas a los e-cigs. Esta oleada de casos minó en gran medida la imagen positiva que estaba comenzando a adquirir este producto, que sigue siendo defendido por especialistas sanitarios.
Reino Unido, el país más avanzado en normativa y regulación
En la situación actual, el país más avanzado en Europa en cuanto a materia de regulación es Reino Unido. Los británicos han apostado por promocionar este producto como alternativa al tabaco, por su capacidad de generar menos daño al organismo.
Este fenómeno está impulsando acciones como las que se producen en Islas Canarias. Debido al trasiego de ciudadanos británicos durante los meses estivales, los negocios de cigarrillos electrónicos aumentan en gran medida sus ventas.
Este año, debido a las restricciones a los viajes y la paralización del sector turístico, toda la economía indirecta se puede ver afectada, donde entra en juego también la industria del vapeo. Sin embargo, algunos promotores ven con moderado optimismo lo que queda de verano.
Con el turismo en Canarias, y a excepción de lo que ocurra este año, suele producirse un aumento en la demanda de este tipo de productos por parte de los vapeadores que los consumen en sus países de origen. En España este hábito no es tan popular como en otras regiones de Europa, pero cada vez son más las personas que vapean.
El negocio del cigarrillo electrónico casi ha duplicado sus ventas en nuestro país en los últimos cuatro años. Más de medio millón de personas hacen uso del cigarrillo electrónico y compran líquidos para vapear.
La UPEV, la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo cifraba en 300.000 el número de consumidores de cigarrillo electrónico en España en el año 2014. Para el año 2018 esa cifra ya se había elevado hasta los 562.500.
No obstante, España sigue manteniendo una postura muy férrea en cuanto a normativa. En cambio, en otros países como Francia o Reino Unido, algunas autoridades sanitarias lo recomiendan.
Vapear no es fumar, pero entraña sus riesgos
Un aspecto sí parece claro, vapear no es fumar, pero tampoco es totalmente inocuo si no se eligen productos de calidad. Los cigarrillos electrónicos pueden convertirse en un método eficaz para dejar de fumar y ser más potente que las terapias de sustitución de la nicotina, pero para ello hay que acompañar esta práctica con apoyo en el comportamiento.
En este sentido, en el año 2019 se publicó un estudio en “The New England Journal of Medicine” cuya conclusión principal es que los e-cig son la mejor alternativa al tabaco y que pasar de fumar a vapear puede suponer una reducción en los riesgos para la salud.
El estudio contó con la colaboración del Servicio de Salud Público británico durante más de un año, lo que muestra el apoyo que están dando las administraciones de Reino Unido a este producto. En el experimento, unos fumadores optaron por diversos métodos antitabaco y otros comenzaron a utilizar cigarrillos electrónicos. Los que pasaron de fumar a vapear abandonaron el tabaco y al cabo de un año continuaban con ese hábito.
La dura restricción a este producto en España y la epidemia de casos que asoló a Estados Unidos a finales del verano pasado provocó en nuestro país un descenso en la facturación de los últimos meses. La UPEV alertó de la necesidad de reformular la normativa en nuestro país y anima a no dudar de la calidad de estos productos, pues no existen motivos de alarma por los casos ocurridos más allá de nuestras fronteras ni por la popularidad del vapeo entre los menores de edad.
La patronal también anunció el lanzamiento de un código de buenas prácticas entre los fabricantes de líquidos para el vapeo para generar mayor transparencia en el sector.