Todo en esta vida precisa de unos cimientos sólidos para dar continuidad a una forma de entender la existencia. Trasladado al deporte, es exactamente la vida misma. Y en concreto el caso del Club Deportivo Náutico de Punta Umbría, que tiene en su Escuela de Grumetes uno de los puntos más importantes para sostenerse no solo en el deporte sino en la formación, según ha matizado el director deportivo, Paco Villalba, que destacó de igual manera el trabajo encomiable que viene haciendo otro de los técnicos, José Luis Castilla, del que valoró su paciencia infinita y su buena mano para hacer realidad los sueños de niños de entre 7 y diez años, edades que son, según Villalba, “las más complicadas” porque son inquietos por naturaleza.
Paco Villalba desgranó lo que a groso modo significa el mantenimiento de la Escuela de Grumetes, que según su versión “es la base de todo, ya que no solo enseñamos a navegar, sino que formamos, con gran incidencia en el respeto al medio ambiente, enfocado a Marismas del Odiel, que es una auténtica gozada”, dijo.
El director deportivo del CDNPU destacó una anécdota que vivieron los niños en el Campeonato de Andalucía celebrado en Adra, en Almería. “El Mediterráneo, al ser mareas muertas, no drena lo necesario para limpiar en condiciones y los niños se quedaron sorprendidos de la basura que acumula, hasta el punto que recogían residuos por su cuenta y lo traían a la zodia, fuimos felicitados por ello”. Eso es lo que buscamos, porque al margen de competir y formar, nos importa el respeto a nuestro medio natural y eso los niños lo tienen francamente bien asumido, lo que nos llena de orgullo”, aseveró Villalba.
En estos momentos la Escuela de Grumetes la componen 11 niños, que acceden a ella a través de los cursos de verano. La escuela es permanente, se navega un día por semana de septiembre a junio y dos días en julio y agosto. “Ellos son los que deciden si quieren formar parte del Equipo de Regatas o siguen en la escuela base, no forzamos nada, y eso nos distingue porque hay chicos que solo quieren navegar por placer o para pasárselo bien”.
Acabó afirmando Villalba que la Escuela de Grumetes “goza de muy buena salud”, y ese empuje lo ha logrado “gracias al trabajo de José Luis Castilla”, que ha aterrizado en el club con las ideas claras y con enormes ganas de trabajar.
Es el caldo de cultivo, en definitiva, de los deportistas del futuro, en el mundo náutico, de ahí que el propio club, desde su planta noble, apueste por seguir potenciando la escuela en todos los ámbitos, no solo en lo deportivo, como ha dejado claro Paco Villalba.