La alcaldesa de Punta Umbría, Aurora Águedo, acompañada de miembros del equipo de Gobierno y de representantes de distintos colectivos del municipio, ha inaugurado este viernes la playa canina de la localidad. La zona recreativa para mascotas se encuentra en la prolongación de la avenida de La Marina, en la zona de la ría cercana al recinto ferial.

En palabras de alcaldesa “por fin hoy cumplimos una reivindicación ciudadana  con la habilitación de este espacio recreativo para los perros”. También ha señalado que esta medida “potencia un segmento turístico que viaja con sus mascotas y que demandaba un espacio así”, a lo que ha añadido que esta playa canina “estará abierta todo el año, sin ningún tipo de restricción horaria”.

La playa canina de Punta Umbría es un espacio vallado, con una superficie aproximada de 2000 m2. Tal y como ha explicado la concejal delegada de Limpieza, Melissa Fernández, las labores de adecuación del entorno comenzaron con la retirada de escombros, relleno de la zona con diez camiones de arena blanca y posterior vallado y decoración del área. Estas actuaciones vinieron acompañadas de la desinfección de la zona que se hará regularmente, “ya que Urbaser tiene este espacio canino en su itinerario”. Tan solo falta la instalación de la ducha para los perros pero, al igual que en la playa, este verano no se podrá instalar por las recomendaciones sanitarias frente a la pandemia del Covid-19.

María del Carmen Mayol, presidenta de la protectora de animales Puntaanimals, ha agradecido al Ayuntamiento que haya habilitado este espacio y hace una petición a los usuarios de respeto y cumplimiento de las normas de uso “porque el entorno no puede ser más agradable y esperamos que venga mucha gente a disfrutarlo”.

Las normas de uso de este espacio son que el propietario del animal deberá tenerlo identificado con microchip, vacunado y desparasitado, debiendo portar la documentación acreditativa. El propietario es el responsable de los daños causados por el animal. Además, los perros potencialmente peligrosos están obligados a llevar bozal y correa de contención. Del mismo modo, no se podrán causar molestias al resto de usuarios y es obligación del responsable del animal recoger los excrementos y depositarlos dentro de las papeleras