(Firma: Daniel López, de la Asociación Los Pies en la Tierra) Esta pasada semana, el Ayuntamiento de la localidad de Fuenteheridos, gobernado por IU y con José Luís Pérez-Tapias al frente, ha convocado una reunión vecinal para explicar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que dicho cabildo pretende sacar adelante. La convocatoria ya respondía a las numerosas demandas que desde la ciudadanía habían hecho llegar al propio ayuntamiento para intentar que se abriera un proceso de participación ciudadana, como prometía el punto 11 del programa electoral de IU. Ha habido que conformarse con esta exposición, cuyas alegaciones no han sido vinculantes, en un asunto tan trascendental para el presente y el futuro de la localidad papera.
Al acto acudieron numerosos vecinos y vecinas del pueblo, además de personas de otras localidades de la sierra y entidades de desarrollo rural, ecologistas, sindicales, etc. En sus dos horas de duración, contuvo una primera explicación por parte del alcalde –escoltado por los arquitectos del ayuntamiento y la Diputación de Huelva–, a lo que siguió un espacio para las preguntas y los comentarios de los asistentes. A una de estas primeras, José Luís Pérez-Tapias respondió que “ni he pensado ni pienso abrir un espacio de consulta para este asunto”.
Las diferentes organizaciones presentes ya han declarado que presentarán alegaciones al PGOU e incluso utilizarán la vía judicial, si el ayuntamiento persiste en su idea. “La ley obliga a hacer una Evaluación Ambiental Estratégica previa, para ver los daños ambientales y plantear varias opciones. El Ayuntamiento solo hizo un Estudio de Impacto Ambiental, que ni siquiera puede computarse, y encima es posterior a la aprobación del PGOU”, recuerdan desde las organizaciones presentes. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en febrero de este año, ya ha tumbado el PGOU de Chiclana por la misma cuestión. “Hay jurisprudencia; el PGOU de Fuenteheridos no cumple la ley. Va a ser un despilfarro de tiempo y de dinero de los contribuyentes para nada”, insisten desde las entidades ecologistas.
Además de estas importantes irregularidades, numerosas intervenciones realizadas durante el acto por los vecinos y vecinas del municipio ponen de manifiesto que el PGOU que IU quiere implantar en Fuenteheridos es, como el propio Ayuntamiento reconoce, de otra época, desfasado, volcado en el desarrollismo constructivo del boom inmobiliario. “Es volver a la política del ladrillo de las últimas décadas de nuestro país y que ha dado lugar a la famosa burbuja inmobiliaria. Aún estamos pagando las consecuencias de esta crisis”, alega un vecino a la salida del acto.
También se hace hincapié en el asunto del suelo rústico, cuyo valor paisajístico y ambiental es una de las riquezas más importantes que atesora la Sierra de Aracena, y que en parte se quiere recalificar con este Plan. “No hay una justificación ponderada y equilibrada que asegure que la tala de castaños centenarios que conlleva este PGOU sea la respuesta a las necesidades que pueda tener Fuenteheridos”, sentencia otra vecina entre los asistentes al acto. Se perdería, además, parte del suelo agrícola que rodea el núcleo urbano, los famosos ruedos agrícolas, un tesoro histórico cultural y paisajístico de nuestros pueblos. Esto ocurre, incluso, cuando Fuenteheridos se ha adherido en febrero de este año a la Red Terrae, una red de municipios agroecológicos de España.
Otra cuestión crucial que se presentó desde el grupo asistente de vecinos tiene que ver el cálculo “bastante escaso” que prevé 2,4 habitantes por cada nueva vivienda. Por tanto, la nueva población que Fuenteheridos necesita en los próximos años para justificar este PGOU es de 350 personas. Hay que tener en cuenta que en 2019 Fuenteheridos contaba con un censo de 678 habitantes; es decir, hablamos de un crecimiento de población de más del 50%. El aumento de vecinos en este pueblo en los últimos 4 años ha sido, según datos del Instituto Nacional de Estadística, de 34 personas.
Otra demanda expresada hace referencia a la necesidad exponencial de agua que requerirán las 146 viviendas nuevas que se pretenden construir en el pueblo, en un consabido escenario cada vez más preocupante de sequía. La propia Junta de Andalucía ha llamado la atención en varios años anteriores sobre los “problemas de sequía histórica” afirmando que la provincia de Huelva ha estado en varias ocasiones “al borde de sus posibilidades hídricas”1. Hay que recordar los problemas de abastecimiento que padeció la Sierra de Aracena el 2019 pasado, debido a la escasez de lluvias2. Además, hay que considerar que muchas de estas viviendas previstas serán unifamiliares, con lo que llevarán aparejados importantes gastos de agua para piscinas y zonas de césped.
Otro punto relevante que se destacó fue precisamente el lugar previsto para la ubicación de los chalés y adosados y la destinada a las viviendas de protección oficial (pero de promoción privada). Estas últimas, que a buen seguro son las que ocuparán los vecinos y vecinas del pueblo, “parecen encajonadas en pequeñas zonas menos vistosas y con una densidad muy superior a la de chalés”, señala en el mapa un vecino. Las zonas destinadas a las casas unifamiliares, seguramente para segunda y tercera vivienda, ocupan los espacios más amplios y vistosos, incluida la zona de vegetación que corre paralela a las canalizaciones históricas de agua (lievas) de la entrada al pueblo y que llevan hasta la famosa Fuente de los Doce Caños.
Precisamente el problema de la depuración de aguas es otra de las alegaciones incluidas. Actualmente la depuradora de Fuenteheridos vierte sus aguas residuales al río Guadiana y para el aumento de población el PGOU prevé verter también a la cuenca del Guadalquivir, con lo que aumentaría la contaminación de ríos y cuencas hídricas. Se duda, además, de la capacidad de GIAHSA, empresa adjudicataria del abastecimiento de aguas, para cumplir con todas las garantías exigibles el adecuado servicio de abastecimiento y tratamiento de dichas aguas. La empresa se encuentra en un estado ruinoso, con más de 120 millones de deuda, además de acumular un amplio historial de escándalos e irregularidades3.
Son numerosos los trámites que ha de superar aún el PGOU4 para su aprobación definitiva, además de los mencionados en las alegaciones. “Es muy probable que este PGOU no salga adelante y el Ayuntamiento lo reconoce públicamente. Podríamos estar ya trabajando vecinos y Ayuntamiento de forma conjunta para impulsar un modelo de crecimiento que atienda las necesidades y que sea sostenible”, alega un vecino. “No queremos hipotecar el futuro de nuestro pueblo y el de nuestros hijos”, defiende otra vecina desde su asiento. “Es el Ayuntamiento de Fuenteheridos el que debe decidir ahora qué hacer y con ello va a quedar retratado. También para las próximas elecciones”, recuerdan algunos vecinos a la salida.